AMOR DE ARTUR. X.L. Méndez Ferrín

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X.L. Méndez Ferrín
Traducción de Moncha Fuentes y Xavier R. Baixeras
Introducción de Contantino Bértolo
Editorial Impedimenta

Amor de Artur
X.L. Méndez Ferrín
Edicións Xerais de Galicia

Méndez Ferrín responde a un tipo de escritor que no existe en el ámbito español en tanto que es un escritor-político. Sin embargo, siendo conocido como un nacionalista marxista activista, y resultando ser lo que llamaríamos un autor comprometido, la sorpresa en este libro, que no tiene nada que ver con sus poemas, es que desaparece la política para quedarse arrebatado por el lenguaje. Cuenta ideas, conceptos, pero esas ideas del paraíso perdido, de la soledad ante la enorme potencia de la vida, la droga o el sexo como forma de borrar las fronteras ante la imposibilidad de cualquier vínculo, o la traición como simple descontrol ante las fuerzas telúricas, quedan en segundo plano ante la potencia del lenguaje.

La traducción compacta el exceso de la escritura en gallego, que busca libre, al margen de la norma y forzando las posibilidades. La sensación del lector en gallego es la de estar metido en la propia búsqueda del lector, mientras que el lector en castellano puede tener una lectura más calmada y nostálgica.

No hay nada real en los cuentos, los nombres sin referencias lo cubren todo, nombres de tierras que no existen, de personajes puede que imaginados. Cuando los nombres reales de algunos pueblos o personas aparecen, están envueltos en la misma irrealidad. Los sufridores terrenos, digamos, se mezclan con la ficción y la ficción lo que nos cuenta es una suerte de idas y venidas, de gestas inútiles, de conversiones en distintas formas de ser, de posibilidades que no llevan a ninguna parte. Esta ficción caótica y sensorial recae sobre los personajes protagonistas para contar sus vidas perdidas y basadas sólo en relaciones o pensamientos sensoriales. El paisaje, sin embargo aparece como algo sólido que encierra la verdad y que los personajes pueden sentir en su presencia.

Todos los cuentos hacen referencia a Tagen Ata, una tierra verde y fértil que se ha perdido. Los habitantes del Occidente del mundo, también llamado Nosa Terra, viven con los “corazones esclavos” bajo la posibilidad de un redentor, un hijo fruto de los encuentros más insospechados, el más interesante me ha parecido el de Artur con Liliana, el hada en la que se mezcla el amor que sienten Ginebra, Artur y Lanzarote, “todo como el incendio de un bosque en el que tres hermosas hayas ardiesen de consumo y no consiguiesen hacer transitar el fuego hasta un poderoso roble que, lejos de ellas, permanecía indemne”.

La sensación que transmite ese posible salvador es siempre la de alguien que une dos mundos para poder hacer real ese recuerdo primigenio de una tierra verde y libre.

Toda idea lleva detrás una forma de sentir que la mantiene, en este caso y teniendo en cuenta además el último cuento que narra un verano en la adolescencia del narrador, parece un libro que transmite las sensaciones, o una intuición sensorial que da lugar a un posicionamiento político. Si no supiéramos nada de su autor, estaríamos ante una especie de saudade romántica.

Biografía de Méndez ferrín

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2 responses to “AMOR DE ARTUR. X.L. Méndez Ferrín

  1. Me resulta extraordinariamente interesante todo lo que planteas de inicio, a saber: que X.L.M.F. es un escritor-político, que es marxista (es curioso que sigan quedando algunos después de los siglos y las enseñanzas del llamado socialismo real) y que es un hombre comprometido. Pero todo esto no le invalida para ser un buen contador de historias; historias de paraísos perdidos, de la enorme soledad ante la potencia de la vida. Hasta aquí fantástico.

    Pero también nos cuentas de la traición, y sobre todo, del sexo y la droga como forma de borrar fronteras. Pero las adicciones, de cualquier tipo, lejos de borrar fronteras levantan muros insalvables, al extremo que muchas veces he pensado que si no es una forma de adormecer las conciencias, que nos imponen los poderes como cuota por existir.

    Los habitantes de Tagen Ata buscan, como todos nosotros buscamos desde siempre, un dios; un dios que nos redima y nos acerque a la luz; creo que era poeta Ernesto Cardenal el que decía que el propio Adolf Hitler lo que buscaba era a dios, pero lo hacía en el poder donde jamás se le puede encontrar; otros lo buscan en el dinero y cuando más y más mueven billetes, títulos y propiedades más y más se alejan de su verdadera esencia.

    Me gustaría por último hacer una referencia al paisaje del que nos hablas, un paisaje sólido frente a la irrealidad de los personajes, pero no debemos olvidar que un paisaje no existe, si muestro personaje no lo contempla, quizás deberíamos aquí decir un personaje igualmente sólido.

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