AQUÍ EMPIEZA NUESTRA HISTORIA. Tobías Wolff
Tobías Wolf saca a la luz esa parte de nuestra personalidad de la que no somos conscientes, nuestros agujeros negros.
Cuenta cómo se fraguan, cómo se desarrollan y cómo afectan esos agujeros negros en la vida cotidiana.
Al lector se le iluminan las razones de por qué mentimos, por qué nos obsesionamos, por qué tenemos ansiedad, por qué somos inseguros…
Aquí empieza nuestra historia da título a una selección de 31 relatos, algunos ya publicados, y otros nuevos. Es verdad que lo que cuentan son historias, relatos del entre. Unos personajes reaccionan a las acciones de otros y el lector asiste a esa cadena de actos comprendiendo cómo se fragua una historia.
En El beso profundo, por ejemplo, un hombre se está muriendo, su mujer lo atiende, su hijo se obsesiona con una chica. La chica le sirve para huir de la realidad y a partir de entonces será una constante en su vida, en vez de enfrentarse a lo que hay, puede recurrir al recuerdo de un beso. Cuando la chica muere muchos años más tarde, él ya tiene nietos y se da cuenta del significado de aquella obsesión, la muerte no compartida del padre, la imposibilidad de asistir a su respiración artificial a su cuerpo consumido, ya no hay remedio y aparece la desmemoria, el olvido, como un bálsamo necesario., un olvido que empieza por no recordar el título de un vals.
En otro relato, Cazadores en la nieve, los personajes utilizan un lenguaje cargado de emociones primarias, no hay contenido en los diálogos y crean una desconfianza mutua que les lleva al absurdo, a una muerte errónea. Una forma increíble de contar la imposibilidad de entendernos con el otro cuando no nos entendemos a nosotros mismos.
En El mentiroso, un chico lleva toda su vida inventándose la realidad, la historia se cuenta desde la preocupación de la madre y es precisamente su carácter, su incapacidad para querer a los otros por lo que son, su empeño en convertir la realidad en lo que ella cree que tiene que ser, lo que hace que el niño también se la invente, pero desde la fantasía. Mientras ella parece el ser más realista, honesto y honrado del mundo, el niño es un mentiroso.
Todos los relatos muestran la estructura de los hilos que tejen las historias, lo más difícil de conseguir narrando. Los protagonistas llevan el peso, pero el resto de personajes son necesarios para entender el proceso en el que están inmersos. Se puede decir que es narrativa en suspensión, con muchos materiales narrativos haciendo juego al mismo tiempo.
En El Periódico.com aparece una entrevista a Tobías Wolff de la que recojo una pregunta.
–¿Por qué las narraciones breves han calado tan hondo en la narrativa estadounidense?
–Como forma narrativa, el relato es perfecto para captar las sutilezas, las fracturas, el desarraigo propio de la vida norteamericana. También es la forma más cercana a lo que hacemos naturalmente cuando describimos nuestras experiencias: contamos historias breves. No contamos novelas, como no contamos poemas. Desde luego, el relato literario es muy diferente de la anécdota, pero, de alguna manera, se parece en la intención.
Aquí empieza nuestra historia
Tobías Wolff
Traducción de Mariano Antolín Rato
Editorial Alfaguara
Original: Our stories begins. New and selected stories