Club de Lectura
Miradas
Luckas Vander Taelen sobre Louis Paul Boon.
El traductor y prologuista, Ronald Brouwer contextualizando "Mi pequeña guerra".
Silvia Bardelás. Louis Paul Boon, el autor testigo
Constantino Bértolo. La corrupción del ser humano en la vida cotidiana
Mi pequeña guerra
“Mi pequeña guerra” es la pequeña gran guerra de Louis Paul Boon. Su lucha, que el lector debe descubrir en el texto, es una llamada a la lucha de todos nosotros.
Este texto tiene dos textos, en realidad es un libro con dos libros: el de la letra normal y el de la letra cursiva.
La primera pregunta que hay que plantear en el club de lectura es: ¿por qué Boon hace esta distinción? ¿Son dos formas diferentes de contar? ¿Se complementan?
Para responder, sería muy útil pensar en los diferentes tipos de escritura: si uno es más emocional que el otro, qué papel juega el narrador en cada uno de ellos, si está o no está Boon y de qué manera, y qué palabras se repiten en uno y otro.
Una vez recopilada esa información podemos discutir las preguntas planteadas.
¿Por qué es importante saber esto? Porque nos abre el campo de visión de todo lo que se cuenta ahí y podemos entender cuál es el objeto de escribir de esa forma tan distinta. ¿Qué espera Boon del lector? ¿Qué ha conseguido con respecto a sí mismo después de la escritura?
La población civil y la guerra
Éste no es un libro de gente civil buena que sufre el ataque de los malos. Este es un libro de gente civil, humanos, de los que ha surgido el horror. ¿Por qué? ¿Qué características del ser humano, de sus vecinos, resalta Boon como más antihumanas, asquerosas, repugnantes?
El papel del escritor en el mundo
¿Cuál es la posición de Boon con respecto a los escritores, a los poetas?
¿Por qué escribe como escribe? ¿Qué es lo que le lleva a escribir y cuál es el efecto que debe tener en la población la literatura según él?
Sexo, violencia y hambre
Es increíble ver cómo, de repente, en una sociedad que antes funcionaba civilizadamente, con sus normas y sus valores, de repente se queda sin referencias, se vuelve un campo enorme y vacío y solo los instintos, los bajos, tienen abono para explayarse.
Muy interesante plantear por qué esto ha ocurrido. ¿No somos capaces de controlarnos si no hay unas normas estrictas que nos regulen? ¿Violencia llama a violencia?