MªElena Bernal
03-02-2022 19:21:01
Aportación a un relato, Felicite, Flaubert de 1877
Al final del relato...Felicité se desvanece, se marcha, fallece. Lo he sentido
como cuando un personaje de la cotidianidad de nuestras vidas desaparece.
Deja un importante vacío. Es difícil hacerse la idea de que no está.
Muchos personajes nos cruzamos diariamente, interactuamos (la panadera, el
conductor del autobús, la de la tienda de al lado, la vecina del segundo, la de la
farmacia,.....).
Desde un principio el personaje de Felicité es el hilo conductor, que Flaubert
crea para exponer e ir enlazando diferentes acontecimientos de la vida que nos
afectan a todos:
- la separación del núcleo familiar
- la búsqueda de trabajo
- los traslados
- el primer amor
- las primeras decepciones en las relaciones
- el cuidado de los hijos/ de los menores
- la enfermedad de los seres queridos.
- la esperanza en ilusiones banales
- asumir la propia discapacidad, tal cual, sin más
- dejar que la naturaleza siga su curso
- el enfermar y la aceptación de la muerte
- la religiosidad,
- etc.....
Felicité, expresa la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones que la
hacen sentirse en un entorno “de confort personal” de manera natural. Pero
cuando se le vuelven en contra las circunstancias, arremete contra ellas, con
rabia, dejándolas inmóviles, paralizando al adversario, ....como al toro,
protegiendo lo que considera suyo ( a los niños, al loro,......) y buscando salida,
con una inteligencia natural, propia de la necesidad de la supervivencia.
Extraña, cuando se lee la escasa interacción con la Sra. Aubain, el escaso
diálogo,...parece como que todo está dicho de antemano. Este personaje se
asemeja a una agente inmobiliaria, en la que Felicité confía, y la lleva a
diferentes escenarios: las granjas, el mar, las casas,.. A través de Aubian, se
produce la escasa interacción con otros personajes...el con, el
marqués.....el chamarilero....
Con los hijos de Aubian, Felicite desarrolla su instinto de protección, los cuida
los mima, se preocupa por ellos, siente profundamente sus despedidas.
La relación entre iguales no existe, ni siquiera con Liébard, la otra criada......y
menos con su hermana.
Pero es el loro “quien la hace feliz”, quien la llena de ilusión. Leyendo el
capitulo III se ve la transformación en parte de Felicite. Alguien que sacrifica lo
emocional por la responsabilidad ( deja que el carruaje se vaya con Aubian a
encontrarse con Virginia).
Justo después de esos trágicos días... llega Lulú,una sorpresa, lleno de color,
azul, amarillo-oro, verde. ...los colores son emociones, y Flaubert, utiliza este
recurso, para visualizar la existencia de la vida emocional. Además, ¡¡vuela¡¡.
Lulú, con un nombre tan musical, Lu-lú, encarna lo que más le cuesta a Felicite:
color/emociones, poder volar/libertad, cotorrear, hablar dirigiéndose a otros.
De ahí la felicidad de, valga la redundancia, de Felicite con el loro.
Lulú, cambia el curso, del personaje. Es un objeto transicional, despierta,
facilita y transmite lo que a Felicite le resulta imposible.
Por qué elige el autor el nombre de Felicite?.....Ella espera lo que tiene delante,
lo vive, lo disfruta, con disgustos incluidos,...da gracias por vivir...no ambiciona,
disfruta viendo a los demás vivir...no se complica...no envidia….se preocupa
por sobrevivir.
Es un personaje fantástico y entrañable. La echo de menos.
Mª Elena Bernal 27-12-2021