EL PENTATEUCO DE ISAAC. Angel Wagenstein

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EL PENTATEUCO DE ISAAC
ANGEL WAGENSTEIN
TRADUCCIÓN DE LILIANA TABÁKOVA
LIBROS DEL ASTEROIDE

Los buenos libros tienen continuidad con la vida, no te sacan de ella, sino que te meten más. El otro día fui a conocer la librería Rumor en la calle Colombia en Madrid porque me habían dicho que era una librería de verdad. Al abrir la puerta un chico le recomendaba a su padre este libro diciendo que tenía que leerlo, que era fundamental para conocer el mundo judío. La librera entró en la conversación y dijo que ya tenía lista de espera para el tercer libro de la trilogía, palabra que me suena fatal desde Larsson. Entonces me acerqué y le pedí dos directamente, uno para mí y otro para regalo fiándome de la impresión que les había causado. Después me contó que el editor, Luis Solano, había decidido cambiar el orden de la “trilogía”, que en realidad no era una “trilogía” porque se podían leer de forma independiente, entonces respiré, no conozco el fenómeno trilogía en buenos autores, me imagino resucitar a Raskólnikov o seguir la vida de la hija de Madame Bovary, cualquiera de esas situaciones en la cabeza de un escritor son realmente ridículas.

Bien, pues, aquí sacamos hace tiempo una entrevista a Moisés Barcia donde hablaba sobre la importancia de la literatura para mostrar otras culturas y de cómo estábamos acostumbrados a conocer sólo las grandes culturas, no las minoritarias. Este libro tiene ese interés fundamental, el de conocer la cultura judía desde la vida cotidiana de comerciantes pobres de la Galitzia del siglo XX. Conviviendo perfectamente con católicos y ortodoxos, se encuentran con que el mundo empieza a sufrir convulsiones y pasan de ser austriacos a polacos, rusos, alemanes y rusos de nuevo. Es gente que lleva un orden en su vida y que de repente dejan de ser dueños de sí mismos y pasan a ser propiedad del estado, de variados estados, de manera que lo que les queda es obedecer órdenes que nunca van a tenerlos en cuenta, dejan de ser humanos para convertirse en miembros de un estado absolutamente lejano, casi abstracto.

Nada más casarse, por ejemplo, el protagonista deja de ser polaco y pasa a ser ruso y sus hijos nacen en el comunismo. Cuando los despide porque llevan a su madre a un hospital para curarse, hace el siguiente comentario: En la estación, los ojos de Sara se llenaron de lágrimas y nuestros dos militantes de las Juventudes Comunistas, con las cabezas apretadas a la de ella en el marco de la ventanilla del vagón, la consolaban con ternura, aunque sin disimular su autosuficiencia de representantes de la nueva vanguardia del pueblo trabajador. Esto era antes del infierno y lo único que consuela a los perseguidos cuando todo termina es la esperanza en que el Mal se hubiera extinguido de una vez por todas y que no se repitiera nunca jamás. Sin embargo todavía quedaba Siberia.

No es un libro sobre el holocausto, apenas ocupa un capítulo, presenciamos el equipaje cultural judío con el que afrontaron una especie de destino cruel. También hay una vaga referencia a la razón real de ese destino cruel, haber elegido al pueblo judío para financiar la expansión del Tercer Reich. Pero el autor no se mete en eso, simplemente se aferra a la vida desde una religión basada en la experiencia común y vieja, en la sabiduría de las escrituras, en la creatividad a la hora de pensar en esas escrituras, en el espíritu de la familia, en el humor como una forma de relativizar y a veces incluso de encontrar respuestas y en la fuerza del corazón. ¡Acaso no se dan cuenta ellos, los jóvenes, de que en la voz del corazón se esconde la gran fuerza de la humanidad, todo el sentido sublime de la existencia, todas las pirámides, lod Homeros y Shakespeares, las Novenas Sinfonías y Rapsodias en Azul, toda la belleza de los versos dedicados a Sulamit y las Julietas, a las Nefertitis, Mona Lisas y Madonnas!

En la librería me dijeron que te morías de risa leyéndolo y esa es una de las cosas que enseña, que los pueblos que no existen, los que no son soberanos, como era el caso de los judíos, tienen la libertad de buscar el significado de la vida sin tener que imponerlo, sin institucionarlo, así que, al no tener la necesidad de una verdad, pueden jugar con el significado de la realidad. El rabino, personaje magnífico, puede ser rabino y responsable del Club de los Ateos a la vez. La experiencia la transmiten con historias, anécdotas, chistes que iluminan algo, y el libro está lleno de estas referencias.

Además del conocimiento de la cultura judía, el libro resulta fundamental para tener perspectiva sobre nuestra propia vida, que es al final lo que aporta la literatura. Podemos ver el amor, la venganza, la estupidez o el destino desde un punto de vista innaccesible para nosotros. Además, el lector cree asistir a una autobiografía,señal de la autenticidad de la voz, pero como existen las biografías del autor, descubre que no se corresponde con la del personaje y cambia un poco la lectura, cosa que no ocurriría si fuera anónima, pero este es otro tema.

Biografía de Angel Wagenstein

Libros del asteroide

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