ESTANCIAS. Martin Heidegger
ESTANCIAS
Martin Heidegger
Traducción de Isidoro Reguera
Pre-textos
En 1962, primavera, Martin Heidegger acepta un regalo de su mujer, el viaje a los orígenes, a Grecia, en donde había buscado el comienzo del pensamiento y las bases del mundo occidental descifrando su lenguaje y utilizando sus palabras como inspiración para continuarlo.
Siempre había evitado el viaje alegando circunstancias adversas, pero en realidad, era el miedo a tener que certificar la muerte de ese mundo lo que le obligaba a evitarlo.
Como Thomas Mann, también coge un barco para recorrer las islas, compartiendo el viaje con otros viajeros. En su cabeza está el mapa perfecto del archipiélago, los poemas memorizados de Hölderlin en Archipiélago y el estudio de toda una vida de los conceptos del mundo griego. Y fuera de su cabeza se encuentra con el turismo como una nueva forma de desarrollo, la construcción y la técnica. De manera que no le resulta posible sentir o vivir esos conceptos y entiende que la arqueología no alcanza, sin embargo, aquello que señoreaba y que sucedió en medio de lo construido- y ello quiere decir: consagrado- en otro tiempo. Sin el canto, la palabra, que es la que realmente desvela lo allí sucedido, no hay nada.
El viaje lo hace desde la crítica al mundo moderno, Lo que hoy significa para nosotros mundo es la inmensa maraña de un aparataje tecnológico de información que se ha colocado delante de la (fisis) incólume, ocupando su puesto, cuyo funcionamiento sólo resulta accesible y dirigible ya por medio del cálculo.Por eso no puede evitar ver la mala gestión de las huellas, la imposibilidad de revivir el mundo griego a través de sus restos, ni siquiera a través del paisaje, también transformado desde la utilidad. Por todas partes gente fotografiando. Arrojan su memoria en la imagen técnicamente elaborada. Renuncian, sin darse cuenta, a la fiesta desconocida del pensar.
Al cabo de un tiempo, se acostumbra a ir sorteando la masa de gente y puede llegar a entender a través de la arquitectura, el paisaje o la escultura un mundo creador de ESTANCIA, La serena tranquilidad que flotaba como un velo en torno al santuario, pero que como todo lo claro de la existencia griega encerraba y ocultaba en sí la oscuridad, estimuló la conciencia de las relaciones sencillas en las que ese gran pueblo encontró su estancia. Ella le concedió percibir y celebrar tierra y cielo igual de próximos, como patria y no-patria al mismo tiempo.
El tema que plantea parece clave en este momento. ¿Cómo es posible crear un mundo inhabitable? ¿Cómo ha sido posible entender la técnica no como instrumento sino como fin? ¿Cómo es posible que ya no se entienda el lenguaje como una estancia, como descubridor y encubridor, como creador de ambitos para habitar?
Sería muy interesante un libro que recopilase la interpretación heideggeriana de los conceptos del mundo griego. Resulta de lo más esclarecedor para entender cuál era el origen y el fin de nuestro mundo occidental y en qué momento se desvió.
Qué bofetada a la conciencia!, me he visto formando parte de los fotógrafos y no de los pensadores en mi recorrido por las islas griegas. Anque bien pensado y más concretamente en Patmos, y con más detalle en la cueva del Apocalipsis, sentí ese cuerpo cósmico de unión con antiguos pensadores.
No estoy yo seguro de que sea una fiesta desconocida esto del pensar, porque puede llegar a ser una tortura por el conocimiento de lo poco que se sabe… al final, ahora que ando con Fray Luis de León, sólo deseamos que se rompa el velo y llegue lo vero; que se rompa lo que nos aparta de la verdad.
¿Hay una verdad? me sorprende que a estas alturas todavía se piense en llegar a la verdad, creía que ya estaba claro que todo es relativo.
A estas alturas ya no sé si hay una Verdad; pero de lo que no me cabe duda es que todos, en nuestro corazón, o en nuestro sentimiento, o en nuestra alma, tenemos una verdad (hay que profundizar mucho para encontrarla) que es nuestra, y que hay otras verdades que no son nuestra verdad, pero son igualmente verdaderas. Y tampoco tengo dudas respecto de que cuando la encontramos estamos más cerca de la plenitud.
Como ves, estimado o estimada Laboratorio, este planteamiento no dista mucho del tuyo, pero nos permite desenvolvernos de otra manera, como revestidos de una cierta esperanza.
Siento decir que si todas las verdades son «igualmente verdaderas» no hay una verdad.
-Filosofía. Camino de muchos ramales que conduce de ninguna parte a la nada.
-Verdad. Ingeniosa mixtura de lo que es deseable y lo que es aparente. El descubrimiento de la verdad es el único propósito de la filosofía, que es la más antigua ocupación de la mente humana y tiene buenas perspectivas de seguir existiendo, cada vez, más activa, hasta el fin de los tiempos.
Ambrose Bierce, ‘El diccionario del diablo’.
Toda esa gente que se dedica a hacer frases tiene mucha gracia. No creerán en la verdad, pero sentencian como nadie.
Que no haya una verdad única y dogmática, no significa que todo sea válido o tenga valor de verdad. Tal y como expone Heidegger en su estudio de la primera filosofía griega, la verdad – aletheia- es aquello que se revela de lo oculto, lo desvelado (a-lethe). Por consiguiente, mientras el hombre siga siendo parte del ser que habita junto a lo oculto, afortunadamente seguirán brotando verdades.