FERIA DEL LIBRO
Me encantó mi experiencia en la Feria del Libro. Entré al retiro y había un stand en el que te daban un folleto con un diseño muy moderno donde venía un mapa de todo el parque con las distintas casetas, cada una bajo un árbol diferente. En el stand podías comprar el libro especial de este año, donde venían algunas conferencias sobre propuestas literarias contemporáneas. Me gustó mucho una que trataba sobre la necesidad de la autoficción después del postmodernismo. Había otra interesante sobre el manifiesto de un autor que proclamaba la mentira como un acto de comunicación verdadero. Me lo compré porque siempre espero la edición de esta revista que se dedica a buscar lo más nuevo y darle una vuelta estética. Después me senté en un banco para decidir a dónde iba. Una editorial, que se había situado cerca del ángel caído, en 15 minutos proponía hablar sobre ciencia ficción en la actualidad, supuse que se trataba de la influencia de la física cuántica porque en la charla iba a estar un físico además del autor de ciencia ficción. Me acerqué. La caseta era preciosa, habían hecho un cubo con cajas recicladas y nos sentaban en unos bancos de cajas también recicladas. Podías comprar un zumo, una receta especial de no recuerdo quién. El físico y el autor se presentaron. El autor propuso algunas preguntas que habían surgido en la escritura de su libro y el físico intentó responder sobre algunas posibilidades reales. Fue muy interesante porque los lectores de ciencia ficción vienen de todos los mundos y cada uno relacionaba los problemas planteados con sus propias obsesiones. La verdad es que me compré los dos libros, el del físico y el del autor y al final el autor anotó la dirección de mi blog para verlo porque quería reflejar aquella conversación de alguna manera.
Después me fui a comer y pensé en volver por la tarde a la caseta de una nueva editorial muy curiosa, que se ha especializado en literaturas de culturas poco o nada traducidas. Cada uno de los días de la feria ofrecía la inmersión en una de esas culturas, por la tarde estaría la autora de una novela sobre la experiencia de la muerte en una tribu del amazonas. Era una brasileña que había convivido con ellos durante años y había procurado utilizar la lengua propia de los indígenas con traducciones muy literales. Ofrecían comida típica de la tribu y la autora iba a contar su experiencia. La caseta estaba cerca del palacio de cristal.
No tuve tiempo para volver otro día, pero con estas dos experiencias fue suficiente. Lo que no me perdí fue la fiesta del cierre. Había conciertos por diferentes zonas del retiro, muy diferentes unos de otros, yo elegí un grupo de Jazz y probé unos pinchos de no me acuerdo qué chef, todo muy barato. Nos sentábamos en el suelo. Me pareció bien que nos pasaran un folleto de subscripción a la Feria del Libro 2017 y un cuestionario sobre cómo habían organizado esta del 2016. También dieron el premio a la mejor caseta, yo había votado por una en la que no había podido estar, pero al pasar, me había sorprendido muchísimo el diseño y la acción. Se pasaban el libro unos a otros varios visitantes leyendo un párrafo al azar cada uno. No sé cómo sería el resultado, pero estaban muertos de risa.
En el buzón de sugerencias para el año que viene propuse una acción para escuchar la voz de algunos narradores, Escuchar con conciencia, lo he estado viendo con una artista que hace performance y le ha interesado a una editorial que quiere que escuchen la voz de un autor nuevo que necesita una presentación porque parece que se ha colocado en un lugar diferente.