LARVA Y OTRAS NOCHES DE BABEL. Julián Ríos
Julián Ríos
Prólogo de Carlos Fuentes
Fondo de Cultura Económica
Julián Ríos pertenece al grupo de escritores reconocidos antes en el extranjero que aquí. Ahora, cuando su último libro sobre la muerte de Lady Di, ya puede pasar por comercial, aunque sólo sea un reclamo, empezará a publicar en España todas sus obras.
Es un escritor de los que cuentan la realidad fragmentada. Para mí, su logro está en utilizar el lenguaje como una realidad en sí mismo, es decir, no como un instrumento para mostrar el mundo, sino como una entidad donde se ve el mundo. Casi el mundo sería un instrumento para llegar a él. De manera que el lenguaje tiene tanta potencia que es capaz de crear realidad.
Estoy pensando en el recurso literario de Emily Bronté en Cumbres borrascosas, el correlato objetivo. La descripción del paisaje cae sobre los personajes, sobre la historia y la dirige. Bien, pues sería algo así, pero sin historia.
Ahora bien, como lector(a) tengo que dar una opinión que puede abrir otro debate como el de las policulturas, es decir, un tema difícil de formatear:
Estoy totalmente de acuerdo en hablar de Literatura femenina cuando se trata de una literatura donde el hombre aparece sin consistencia, sólo como un objeto, con la forma que sea, para la mujer. Pero es de cajón hablar también de Literatura masculina cuando se trata de una literatura donde la mujer aparece sin consistencia, sólo como un objeto, con la forma que sea, para el hombre.
Hay bastantes autores con posibilidad de ser grandes escritores, de hecho con mucha potencia en el lenguaje, suele coincidir, como si por ahí sacaran su insatisfacción, que no han “conocido mujer”, que no han podido relacionarse con ninguna porque son incapaces de concebirla como personaje real, consistente. Y esta carencia resulta que no les deja crear una obra literaria grande, hay un hueco, un vacío. Se queda en Literatura de hombres, sólo que mientras es muy fácil pensar que las mujeres pueden hacer cositas como Literatura de mujeres, resulta muy difícil pensar que un hombre pueda hacer cositas, como Literatura de hombres, en la que las lectoras no pueden entrar porque no se encuentran representadas.
Y de verdad que sólo es una reflexión sobre el bajón literario desde hace un tiempo, en las obras clásicas la mujer está perfectamente representada desde las cantigas de escarnio, que aunque hablan de prostitutas, les dan independencia, incluso las alaban en inteligencia.
Bueno, del libro, lo que me ha parecido más interesante es la primera parte que titula ESCRITO EN PLURAL. El relato La segunda persona es muy interesante. El moribundo hace ese último viaje por su vida y se encuentra con sus muertos que viven lo que representan en su cabeza. Con ese recorrido se entiende al personaje. La interrelación es una forma de conocerse que tiene bastante que ver con lo más real.
Dejo un fragmento. Abro el libro y cojo el que salga porque también está ese juego en el texto:
Chupa!, se la arrebató, de un salto, la esbelta guerrera toda pintarrajeada de la máscara africana (: orlada de rafia y con dibujos geométricos de colorines) que arrojaba a lo alto, y recogía al vuelo, su azagaya emplumada. Mama!, y empinó ansiosa la botella. Baba!, baboseando y a lengüetazos. Chupa ya mate!, escupió, tirando la botella. Y se fue dando traspiés exagerados a ritmo de samba, Cua! Cua!, con gangoseos de guasa.
A coger el trébol…
Biografía de Julián Ríos
Entrevista a Julián Ríos en El Cultural
Totalmente de acuerdo, total mente.