LLAMAMIENTO Y OTROS FOGONAZOS
LLAMAMIENTO Y OTROS FOGONAZOS
AnónimoEditorial Acuarela & A. Machado
Me he encontrado con este libro, que es anónimo, que parece estar relacionado con un grupo que se llama Bloom, dejo abajo el link, y que responde a una ideología que va tejiendo una nueva sensibilidad ante el mundo que no se presenta de cara.
El texto principal se llama Llamamiento y su objetivo principal es efectivamente hacer un llamamiento para unirse a esta nueva forma de ver el mundo, basada en el marxismo. Está estructurado en proposiciones y escolios, comentarios.
No puedo estar más de acuerdo en el diagnóstico que hacen de la sociedad actual y la vida tan poco digna que le ofrece al individuo: la política clásica propaga el desierto abstrayendo a los humanos de su mundo, haciéndolos meros supervivientes, la ciencia pone en marcha hipótesis que al fin y al cabo son decisiones que construyen realidad sin darles significación ética. Se destruye la comunidad y se aboca en las ciudades a un aislamiento que impide el compartir, mientras que “lo más singular en nosotros apela a un compartir”. Los lugares donde de verdad se admite la habitación colectiva son los cuarteles, hospitales, cárceles, geriátricos y asilos. Los espacios se neutralizan para evitar que emerjan emociones y el ocio acaba reducido a un estar sin estar, estar allí “estando esencialmente en otra parte, porque así, aquello que somos en el fondo se preservaría hasta el punto de no tener que existir”.
Y creo que en esto estamos todos de acuerdo, yo ya he hablado de lo nefasto del entretenimiento, de la necesidad de creatividad, de la existencia de políticas culturales erróneas, de los problemas que la individualidad, los grandes nombres, generan al cerrar las puertas a nuevas formas de ver el mundo. También he dejado un post de Jacinto Choza sobre los problemas que el mundo Postmoderno genera en el ser humano. Todos queremos tener una sociedad donde sea posible que el ser humano se desarrolle en su fondo real, que se comunique con fluidez, que comparta. No puedo estar más de acuerdo que en buscar el final de ese conjunto de yoes que actúan de frontera frente a los otros yoes.
Pero el nosotros que utiliza este texto como narrador, que busca el anonimato, que forma un Partido, que participa de una lucha en una guerra civil mundial, que “por un lado queremos vivir el comunismo; por el otro, queremos propagar la anarquía”, no parece el nosotros que significa encuentro y compartir de individuos abiertos a comprender la singularidad del otro, es un nosotros igualitario, y realmente no resuelve el tema de la diferencia. También habla de unir la vida y el pensamiento y la necesidad que eso crea de pertenecer al grupo. Incluso llega a entender lo que mal llaman sectas. Para mí, el grupo siempre es una frontera, se pueden crear espacios para compartir que no sean grupos, ni partidos y así no habría que caer en el comunismo ni la anarquía ni ninguna ideología.
Copio las tres operaciones que responden a su necesidad táctica:
1. Impedir por todos los medios la recomposición de la izquierda.
2. Hacer progresar, de “catástrofe natural” en movimiento social”, el proceso de comunicación, la construcción del Partido.
3. Llevar la secesión hasta los sectores vitales de la máquina imperial.
El siguiente texto, en el mismo libro, EL Bello Infierno, intenta explicar la situación actual del hombre, como el reino de la estética, donde no puede ver, sólo reconocer. En el diagnóstico creo que todos podríamos estar de acuerdo, pero utiliza al pobre Schiller como chivo expiatorio por su teoría del juego, y la necesidad de la educación estética del hombre. No sé si alguien ha leído el libro de Schiller, pero su afán por buscar un camino para la liberación del hombre, creo que sólo puede ser negado si se lee con la lente del prejuicio.
Y ahí es a dónde vamos. Todos estamos de acuerdo al final en la enfermedad actual, todos podemos aportar nuestro grano de arena para llegar a compartir y crear espacios comunes, pero no hace falta negar la parte espiritual del hombre como una negación positiva. Puedes creer que el hombre no es espiritual y hablar de “formas-de-vida”, de “magia”, en el fondo siempre hay ese reducto de no entender, de no saber, desde el que tenemos que partir para poder comunicarnos. No valen los manifiestos, no valen narradores que cierran el diálogo aunque se llamen a sí mismos Nosotros.
También creo que deberíamos dejar de hablar de sistema y de conspiraciones y de anonimatos, vale la responsabilidad de todos, ahí está la libertad, que niegan sin argumentos suficientes. La libertad es el estado de felicidad consecuencia de una vida creativa y digna. Y a eso este texto no se opone. La Filosofía del siglo XX al hilo de una guerra de verdad y espantosa, existe, precisamente encaminada a terminar con los opuestos y aprovecho para decir que los prejuicios están en todos los grupos que intentan aunar en ideología y que las consecuencias sociales son nefastas. Todos hemos visto exiliados por ser de izquierdas, pero también actualmente en Filosofía por ejemplo, el ninguneo de algún pensador válido por ser sacerdote.. Da igual de qué lado venga el prejuicio, siempre viene de la ideología, del grupo cerrado, del sistema y el antisistema, de querer la igualdad, no de oportunidades, sino de igual a mí. El yo tiene muchos recursos.
Merece la pena conocer una sensibilidad que se está fraguando y que nos la encontraremos en bastantes momentos para buscar los puntos de encuentro y tener claras las diferencias.
Siempre me ha preocupado pertenecer a un grupo por lo que eso suponía de cesión de mi libertad. El grupo de alguna manera nos iguala, y nos iguala a la baja. No es creativo, pero obviamente, no pretende serlo, se crea como instrumento de fuerza, de poder de unos sobre otros y, a los que vamos por libre nos rechaza, ningunea o minimiza. Al ser fuertes se erigen en poder y supeditan individualidades. El grupo no se genera por afinidad de sus componentes sino para lograr una meta, dominar sobre los otros. El grupo implica fuerza y, en eso no hay ningún argumento ético. Es cierto que para animar a formar parte del grupo éste intenta conmover con proclamas que atraen a muchos, pero la realidad es que la unión es unión como estrategia de poder. ¿Qué pasa con los que no pertenecemos al grupo? que estamos solos y carecemos de las ventajas que «el número» proporciona. ¿Cómo hacer del grupo una suma de individualidades con el respeto suficiente de unos para con otros y mostrarse como alternativa? Yo aún no conozco un grupo así, si lo hubiera sí que me gustaría pertenecer a él.
M. Rosa seguro que ya perteneces a un grupo: Tu grupo afectivo.
Es un espacio compartido por la gente a la que quieres y con la que encuentras sentido en tu forma de estar en el mundo. Te sirve como espejo vinculante a través del cual los otros te configuran. Un grupo es una llamada a la acción, a la acción de existir. Te preguntas ¿Cómo hacer del grupo una suma de individualidades con el respeto suficiente de unos para con otros y mostrarse como alternativa?… ahora mismo lo acabamos de hacer tu yo, NOSOTROS.
No estoy deacuerdo, el único grupo que conozco es de uno.
Frente a las teorías del hombreymujer-buenos-por-naturaleza y por tanto predispuestos al bien (se ha de suponer que por el Hacedor), y creados para la eternidad de algunas filosofías, está la del hombreymujer-solos ya que solo es el único medio de enfrentarse al futuro, a lo de mas allá, al futuro desconocido… es verdad que sería maravilloso poder hacer ese recorrido con alguien cogido de tu mano, pero no parece posible por la misma naturaleza del destino, por la angosta puerta que se debe franquear y que solo deja paso a las individualidades.
Estamos en guerra civil contra el sistema.
Eso es un dato objetivo. De nada sirve plantearse participar con complicidad en una estructura viciada desde su concepción. La única actitud coherente es responder con la misma violencia y desprecio. No hay que engañarse, ni refugiarse en burbujas autocomplacientes que nos protegen de lo nuestro.
Lo nuestro no existe, nunca desde ahí.
«dont know what i want,
but i know how to get it»
Lo SP eran y son prescincibles, además de complices del mercado…
Mientras leía, en la madrugada insomne, el texto que mas abajo os propongo, no dejaba de acordarme de esta página.
Es a propósito de la obra «Invitado a una decapitación» de Nabokov, para los que le hayáis leído recordareis como el protagonista Cincinnatus C. había sido condenado a muerte, por el delito de ser opaco en un mundo en el que todos estaban obligados a ser transparentes, y dice así:
«Al final, cuando conducen a Cincinnatus al cadalso y pone la cabeza en el tajo para que lo ejecuten, repite el mantra mágico: «A solas conmigo mismo». Este constante recordatorio de su individualidad y sus intentos de escribir, de expresarse y crear un lenguaje diferente del impuesto por sus carceleros, le salva en el último momento, cuando coge la cabeza con sus manos y se aleja a pie hacia las voces que lo llaman desde el otro mundo, mientras el cadalso y todo el mundo de farsa que le había rodeado se desintegra junto con sus verdugos.»
Hay veces en que la literatura, mas que acercarnos a la ficción, nos da muestras de la misma vida. Creo que esa es la literatura que buscamos, con avidez, los que buceamos en esta página. Gracias por mantenerla tan viva.