MÁXIMAS Y REFLEXIONES. Goethe
«Siempre se ha dicho y repetido que hay que intentar conocerse a sí mismo. Curiosa exigencia, que nadie ha satisfecho hasta ahora y que propiamente no cumplirá nadie. Con todos sus sentidos y conatos está el hombre remitido a lo de afuera, al mundo en torno suyo, y bastante trabajo tiene con conocer ese mundo y ponerlo a su servicio en la medida en que lo necesita para sus fines. De sí mismo toma noticia el hombre sólo cuando goza o cuando sufre, y sólo el dolor y la alegría le adoctrinan sobre sí mismo, le enseñan qué debe buscar o evitar».
«Si ahora tomamos la importante sentencia Conócete a ti mismo, no debemos interpretarla en un sentido ascético. La sentencia no tiene nada que ver con la autognosis de nuestros modernos hipocondristas, humoristas y autog- timorúmenos, sino que significa sencillamente: ten un poco de cuidado contigo mismo, toma noticia de ti mismo, para que te des cuenta de cómo te mantienes respecto de tus prójimos y del mundo. Y para esto no hacen falta refinamientos psicológicos; toda persona sana sabe y entiende lo que significa; es un buen consejo, prácticamente muy beneficioso para todos».
«El hombre no llega nunca a darse cuenta de lo antropomórfico que es»,
Me entra la duda de que alguien se pueda conocer a sí mismo desde un diván o meditando. A veces me veo a mí misma haciendo cosas que me sorprenden y que coincide que son los actos con los que más me identifico. Pero siempre es haciendo algo, no se puede comparar con hablar de uno mismo.