¿Para qué sirve La Historia?

torredocastroLa historia no le interesa a nadie hasta que se hace mayor. De repente la descubre como un instrumento para entender lo que pasa en el mundo que le rodea. No interesa a nadie hasta que se hace mayor porque en el colegio no enseñan las consecuencias sociales de las batallas, los reyes o las conquistas, la historia sólo son fechas y nombres. Sin embargo, los niños hacen excursiones para ver sus huellas, el palacio tal, el castillo cual, el cuadro donde está representado tal, y quedan en calles donde se reconocen muchos de los personajes, o en la adolescencia saben reconocer los errores de su país, cómo hizo la conquista, cómo resolvió tal problema, con lo cual también los defectos que pueden ser característicos de la gente de ese país, en fin, empiezan por lo menos a reflexionar sobre cómo es el mundo que les rodea y en el que viven.

Yo no he tenido eso. Siendo española, no he podido tener ninguna excursión para ver las huellas de mi historia, salvo los castros que siempre visitábamos para ver la belleza de los sitios donde estaban ubicados, o el museo de Pontevedra, donde ya siendo muy pequeña sentí que sólo había objetos metalúrgicos de una época antiquísima que se paraban en los romanos. De esa época tenía los puentes y de la Edad Media, todos teníamos nuestra iglesia románica y estaba Santiago, esas eran nuestras huellas. Pero ahí se acababa nuestra historia. Recorría las carreteras con castillos en ruinas comidos por la maleza sin ninguna identificación, tenía un símbolo extraño en mi ciudad, un olivo, qué pinta un olivo en Vigo, pensaba, sabía que Baiona tenía algo que ver con La Pinta porque había una réplica en el muelle, y tampoco entendía por qué había tantas referencias a la independencia de los franceses, ni por qué un restaurante se llamaba Pedro Madruga, y mucho menos entendía por qué el gallego, la lengua, estaba mal vista, mal vista, no prohibida, por qué se tenía esa inseguridad por el hecho de ser gallego, por qué había una diáspora, por qué no había un comercio fluido con América, por qué siendo un centro cultural riquísimo, de repente había tres siglos de silencio.

Y cuando me hice mayor resultó que había una vez una época muy revuelta en la que el pueblo quería libertad y se revolvió contra sus nobles quemando sus castillos y una reina que quería unificar un país para lo que necesitaba a esos nobles y esos nobles que no querían depender de ella, que querían dirigir su propio territorio. Y al final todos habían perdido, el pueblo y sus nobles y la reina los había matado o exiliado poniendo a castellanos al frente de la administración y el castellano como idioma de la administración y había cerrado sus puertos al comercio con América y quemado sus olivos para que no tuvieran aceite y negado su participación en los consejos del país y colocando su capital en Zamora o pasando la administración de sus monasterios a castillas, o prohibiendo la rehabilitación de sus castillos. Ahí empezaban los siglos sin huella, la verdadera Historia de España, con la que tenía que identificarme, Carlos V, Felipe II, ninguna huella.

Así es cómo descubrí que la Historia ayuda a entendernos. Yo espero que algún día todos los gallegos conozcan su historia sólo para que dejen de tener la inseguridad que les da la no explicación a la pobreza, la desvalorización de su lengua y la falta de participación en la historia del país al que pertenecen. Y también que nunca más se le niegue a nadie la posibilidad de conocer la historia de su país, que pueda salir a la calle y reconocer los nombres de sus calles, sus símbolos y sus construcciones y por supuesto que nadie haga nunca más la barbaridad de dejar a un pueblo con su propia lengua, pero sin posibilidad de desarrollarla y como estigma de no pertenecer a la clase dirigente.

Hoy, en el parlamento, algunos partidos políticos se han negado a que los niños estudien las barbaries de Stalin en Ucrania. La política siempre manipula la historia y los perjudicados, todos, que no podemos aprender.

Historia de Galicia

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7 responses to “¿Para qué sirve La Historia?

  1. Si no fuese porque todas las letras de este artículo están impregnadas de justa melancolía, yo diría que su autora es una candorosa impenitente.
    La historia, de igual la de cuando somos mayores que pequeños, es siempre la historia de los vencedores; todo empezó en el Génesis con aquellos que se revelaron contra el poder absoluto y fueron sometidos al exilio del infierno.
    Todo esto es consecuencia de los políticos, que no son de ahora sino de siempre, y que van destruyendo lo anterior y a los anteriores, para en adelante ser lo Único.
    Recuerdo que en la escuela cuando se enseñaba la historia, todos los años e independientemente del curso y del programa, en mi colegio siempre se pasaba de los reyes de Castilla y Aragón, Isabel y Fernando, al general Franco, al que se llamaba Caudillo, y que fue el militar golpista que inició la Guerra Civil en España el año 1936.
    Como haces referencia a Stalin, creo que este es un buen ejemplo, de como en su tiempo a una ciudad a orillas del Volga se le puso su nombre para luego a su muerte cambiarla por Volgogrado; aquí también tenemos muchos ejemplos de ignominia, una de ellas es la de áquel gobernante de pirncipios del siglo XIX, a quien se le llegó a llamar «El deseado», Fernando VII, aquél que dijo lo de «marchemos por la senda constitucional y el rey el primero», para «convertirse» en absolutista unos días después. Por eso me sorprendío mucho ver una estatua suya hace unos años en La Habana (cuando Cuba era una colonia él mandaba allí con un impuesto virrey), en la placa rezaba: «Esta es la imagen de un gobernante que la historia debe aprender a no repetir»… Eso sí que es una lección de Historia.
    Luis Carandell contaba con una maestría poco habitual, una clase de historia en la época de la dictadura, cuando el profesor preguntaba, ¿quien ganó la batalla de Covadonga? y el alumno decía: «Franco»; y ¿quien descubrió América? y el alumno repetía: «Franco», el profesor se deshace en detalles hablando de don Pelayo y Cristobal Colón y el alumno se replica: «Profesor, me está usted saliendo un poco rojillo, eh!»

  2. Está muy bien el comentario. Me encanta lo de la estatua. Pero lo de candorosa o melancólica… será que escribo mal porque estoy hablando de algo con muchas malas consecuencias, por lo menos para unos cuantos millones de personas. Dejar a un pueblo sin historia, sin poder participar en ella y sin conocimiento de por qué eso es así es un acto que no se puede ver desde la melancolía.

  3. Silvia yo creo que escribes realmente bien. No solo eso, gracias a tu reflexión me han entrado unas ganas locas de conocer mi historia… sin tener claro de que país soy, ni siquiera si soy…
    Gracias por ayudame a pensarme mejor!!!

  4. Silvia, amiga,

    he vuelto a releer tu artículo y puedes creer de verdad que he sentido de nuevo el mismo sentimiento de melancolía candorosa; además de descubrir que erré en que un grupo de ángeles se re»b»elaron (ahora sí) contra el poder absoluto.

    Por si yo estaba equivocado al buscar estas palabras y no eran las adecuadas, me he ido al diccionario de la Academia para ver como los define y dice así:

    melancolía.
    (Del lat. melancholĭa, y este del gr. μελαγχολία, bilis negra).
    1. f. Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.

    candor.
    (Del lat. candor, -ōris).
    1. m. Sinceridad, sencillez, ingenuidad y pureza del ánimo.
    2. m. Suma blancura.

    Y entonces me reafirmo en lo que digo, aunque no sea del todo cierto que no encuentres diversión en nada, se nota que te divierte mucho la literatura, como Álvaro, pienso que escribes muy bien, ya descubrí que te interesan mucho otras artes (por ejemplo: la música), y hoy también veo tu pasión por la historia. Por eso, y por todo, también yo te doy las gracias.

  5. No quiero entrar en este tema, pero si lo hubiera escrito un hombre, el mismo texto no sería ni melancólico, ni cándido, me temo. No son adjetivos que se utilicen para seres masculinos.

  6. Si no se quiere entrar en un tema lo mejor es no entrar, porque una vez que se abre la puerta pueden entrar por ella el resto de los no invitados a la fiesta. No acepto la acusación de machismo que se desprende de tu intervención. Me he podido equivocar en que tu texto este impregnado de melancolía o en decirlo, nunca he hablado de un texto cándido en ninguno de mis comentarios, sino que he dicho que su autora me parecía candorosa, y puedes creerme que lo hubiese dicho del mismo modo si el autor hubiese sido un «ser masculino».

  7. de la lectura del artículo se desprende una clara reclamación a que en las escuela básicas pasamos años aprendiendo fechas, lugares y sucesos, sin saber claramente qué los motivó. Es un llamado a catedráticos para hagan conciencia del sistema educativo en escuelas primarias, secundarias y preparatorias, doce años en México y no se sepa para que sirve la historia, me uno al llamado.

    ABZ

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