POEMAS DE PROUST. Revista Turia, traducción de Mauro Armiño

…Mi lámpara, en una mesilla al lado de mi cama, en medio de vasos, de frascos, de bebidas frescas, de librillos
preciosamente encuadernados, de cartas de amistad o de amor, ilumina vagamente en
el fondo mi biblioteca. ¡La hora divina! A las cosas usuales, como a la naturaleza, las he
hecho sagradas por no poder vencerlas. Las he revestido con mi alma y con imágenes
íntimas o espléndidas. Vivo en un santuario, en medio de un espectáculo. Soy el centro de
las cosas y cada una me procura sensaciones y sentimientos magníficos o melancólicos,
que disfruto. Ante los ojos tengo visiones espléndidas. Se está bien en esta cama… Me
duermo.

La revista Turia saca el día 21 una edición con poemas de Proust traducidos por Mauro Armiño.
Creo que es importante conocer la primera voz de Proust, cómo se articulaba su cabeza antes de llegar a En busca del tiempo perdido, cuáles eran sus preguntas, su manera de estar en el mundo, sus actitudes inventadas para sobrevivir a una hipersensibilidad. El fragmento que he dejado arriba de un poema en prosa escrito a los 17 años resulta muy clarificante. Cuando la naturaleza duerme, o muere, al anochecer, a las cosas usuales las reviste con su alma, las llena de imágenes espléndidas para convertirlas en sagradas. Creo que no hay mejor definición del arte, como un intento de reinventar el mundo, de sacralizarlo, como él dice, de que pierda su carácter profano. Incluso en el minimalismo más extremo, hay una intención sagrada. Sé que esto es objeto de debate, pero incluso en los que más defienden lo profano, buscan de alguna manera algo «digno de respeto».
En cualquier caso, recomiendo ese número de la revista Turia y aplaudo la idea de que las revistas vuelvan a ser espacios que editen buena literatura.

Biografía de Proust

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *