Sexta propuesta de curso de Creación Literaria y corrección general de la quinta.
EN ESTE VIDEO TENÉIS CORRECCIONES GENERALES DE LA QUINTA PROPUESTA
Esta propuesta era muy importante para entender que escribir es representar la realidad, de la forma que sea. No se trata de redactar, se trata de entender el lenguaje que corresponde a cada acto de la vida y usarlo en la escritura. Es decir, cuando pensamos, no nos dirijimos a nosotros mismos con yo hago o yo voy. Cuando pensamos no hacemos frases hiladas y elaboradas. Cuando pensamos fluyen nuestros deseos, miedos, proyecciones… Estaría bien que leyeráis los textos de todos porque en cada uno de ellos hay una corrección importante.
QUINTA PROPUESTA:ESCRIBIR UN MAIL A ALGUIEN CON EL QUE HAYAMOS PERDIDO LA COMUNICACIÓN POR LO QUE SEA Y QUE HAYA TENIDO ALGUNA RELACIÓN EMOCIONAL CON NOSOTROS. PUEDE SER PADRE, HERMANO, AMIGA, NOVIO, EX MUJER… EN ESE MAIL TENÉIS QUE CONTAR LO QUE OS ESTÁ PASANDO CON ESTA SITUACIÓN.
Un personaje también se construye con su forma de escribir. Es el momento de ver cómo se expresa escribiendo. Tenéis que ser totalmente naturales. No es un escritor escribiendo cómo un personaje escribe un mail. Escribid el mail directamente, sin pensar que es para un curso de Creación Literaria.
El martes corrijo y nueva propuesta.
Gracias Silvia. Te has cambiado de casa o de habitación? Seguramente escribiré mañana. Quizás al alba. No es fácil lo que pides. Hay que estar inspirado y convocar a las musas.
Hola Elena
¿Que tal te va?
Cuanto tiempo sin hablar, la última vez fue cuando se murió mi padre , ya pasaron unos añitos.
Nosotros afortunadamente estamos muy bien nos cogió a los tres en casa. Esto es un motivo para estar más cerca y hablar mucho, tu sobrino siempre recordando sus travesuras de pequeño.
Con el jardín tenemos un escape maravilloso, cuando hace bueno, bajamos los tres , ellos sacan la mesa de Ping pong y yo bajo el libro y así nos pasamos toda la tarde disfrutando, es verdad, disfrutando.
Ya sé que tus padres están bien, Samuel habla varias veces con ellos y me cuenta.
Cuando vuelvas en verano, por favor, me llamas y quedamos vale?
Buena la idea de disfrutar en estos tiempos. Eso es lo que le quieres contar. Al lector, para que el texto sea más interesante, le falta saber algo de la relación con Elena. ¿Por qué la elige a ella para que sepa que está disfrutando? Eso significa que el mail tendría que ser un poco más intenso en el sentido de que estuviera escrito más desde la emoción. Así sería más narrativo.
Ahora, para lo que habrá que escribir como final de curso, quédate con la idea de que a ella le has contado que estás disfrutando.
Hola, Yami.
Hace mucho que no sé de ti. He visto por televisión que el coronavirus está llegando también a Cuba y me he decidido a escribirte. Espero que estés bien, tu y tu família, y que esta epidemia no castigue mucho tu país, un país de gente buena, supervivientes, solidarios. Ya sabes que me encanta. Hoy han dicho que han aislado el barrio de Vedado, donde vive tu família. Ya me dirás. Después de tanto tiempo y aun me acuerdo de ellos. Tus tíos ya deben ser mayores.
Por aquí yo bien, aislado en un departamento de 45 metros cuadrados. Vivo solo pero estoy bien. Por momentos me siento afortunado de tener lo imprescindible para vivir aquí y no tener que salir más que a buscar alimentós. Mi departamento es pequeño pero al ser diáfano no es claustrofóbico. Da a una placita interior muy grande donde ahora no vive ni pasa nadie porque todo son locales comerciales, así que puedo salir a tomar el sol (cuando lo hace) y pasear un poco. En la calle poca gente pero ya nos hemos acostumbrado. También nos hemos acostumbrado a las mascarillas y los guantes. Por internet circula un vídeo filmado desde un helicóptero de la policía en que se ve toda la ciudad casi desierta. Eso sí que impresiona, pero estando en casa no tanto. El mundo de afuera es ahora el de la televisión, el ordenador y el móvil.
Pienso que a los de mi generación hasta ahora no nos había tocado vivir ninguna crisis seria (no hemos vivido ninguna guerra), así que en parte “ya tocaba”.
Ya me diràs de ti y de tu Ciudad. Desde que estuve en 2003 cada verano he querido volver a La Habana. Explícame, si estás de humor, cómo están las calles y cómo está la gente. Sé que los cubanos estais acostumbrados a “hacer piña” (como decimos aquí) frente a las dificultades. Espero y deseo que ahora también sepais hacerlo.
Y sea lo que sea que me expliques seguiré fantaseando con volver a pasear un dia por el Malecon.
Un abrazo muy fuerte y muchos besos.
Yami es una persona que te provoca describir las cosas desde un estado apacible. Aquí se ve cómo este recurso de escritura, la carta sirve para construir personajes. En este caso, nos imaginamos a Yami eso, como alguien que ha sido benélovo en tu vida, que es familiar, que también está confinada en un país, quizás por eso, vuelve a ella.
Lo que nos cuenta del que escribe es una soledad asumida. Lo que provoca en el lector es saber más sobre lo que le ha pasado para tener ahora esa soledad y tener que fantasear con la vida. Todo esto lo vemos por el tono de la escritura y por la selección de material para escribir, es decir, ha seleccionado hablar de lo pequeño del apartamento, de las calles vacías, del patio vacío… todo nos lleva a tener una sensación de nada o soledad.
Buenos días María
Supongo que nos conocemos, pero no estoy seguro. Sí, ya sé que te puede extrañar, esta forma de empezar una carta, pero si puedes prestarme unos minutos te lo puedo explicar. El pasado verano, a causa de un percance cuyas circunstancias no vienen ahora a cuento y que de hecho me gustarÍa olvidar, sufrí una fragmentación de la memoria, enormes lagunas de los recuerdos recientes. Es un poco similar a la demencia senil. Se recuerdan cosas de hace mucho tiempo pero no las más recientes. Los médicos dicen que puedo ir llenando esas lagunas paulatinaMente, a base de estímulos de muy diverso tipo. Eso me pasó, por ejemplo, con mi hijo. Me bastó una conversación telefónica, escuchar su voz, para identificarle. En los últimos 5 meses nos reunimos una tarde a la semana y con su ayuda, mirándole a los ojos, consigo ir recordando un montón de cosas. Esta calamidad también tiene, como todas las cosas, su lado bueno. Cuando mi hijo empieza a contarme algo que me causa dolor, le digo que se pare, que no quiero recoRdarlo. Es una forma de selección mediante la cual voy configurando en mi mente, mediante la memoria, un mundo casi perfecto.
El caso es que hace un par de semanas empecé a revisar mi lista de contactos por recomendación médica. Y cuando vi este nombre, tu dirección, sentí un pálpito intenso. Eso significa, supongo, que entre tú y yo hubo algún tipo de vínculo muy peculiar. Quizás aún lo haya. He buscado en Internet, alguna foto, cualquier cosa. Solo he encontrado una noticia relacionada con una obra de teatro. Pero no consigo ubicarla. Todo es muy confuso. Tras pensarlo varios días, he decidido contactar contigo. Es posible, si a ti te parece bien, que quizás puedas ayudarme a recuperar recuerdos relacionados contigo, si es que ese vínculo realmente existió. No estoy seguro de que sea algo que quieras hacer. Eso es obvio. Quizás tú no quieras recordar, si no olvidar. En ese caso lo comprenderé y sabré interpretar tu silencio. Pero ya te digo que me sería de gran ayuda algún tipo de respuesta, cuanto más clara mejor. Sobre todo en las actuales circunstancias. Sería fenomenal volver a leer y escribir cartas. Sé que eso es algo me siempre me ha gustado hacer. Espero que no seas personal de primera línea, personal sanitario o algo así, y que por lo tanto tengas el tiempo suficiente. Es curioso. Parece que con todo esto, con todo es dolor, se está empezando a construir un mundo nuevo y de forma paralela también lo estoy creando en mi mente.
Espero que comprendas que no me identifique. Prefiero usar un pseudónimo. Hay gente que podría aprovecharse de mi debilidad, hacerme daño. De hecho ya me ha pasado. No creo que sea tu caso. Una voz interior me lo dice. Si ese vínculo existió, sabrás identificarme.
A la espera de alguna noticia, te saluda con afecto Habibi.
PD. Si buscas en Internet, te aseguro que no tiene nada que ver con «La cebolla» Me gusta la claridad.
Hola otra vez María
Disculpa la reincidencia, pero hay un dato que considero importante precisar y trasmitirte. La fragmentación de memoria se produjo en el verano del 19. No la he perdido, pero a partir de entonces quedó disgregada respecto al pasado más reciente. Soy muy consciente por tanto de este COVID-19 que nos asola en el 20. El caso es que cuando hace dos días te escribí volví a sentir algo que un día perdí. No tiene lógica ni explicación razonable, lo sé. Y ahora vuelvo a sentir algo parecido. Es como si a medida que te escribo estuviese recuperando algo esencial, de un gran valor. Algo parecido me pasa cuando miro, por ejemplo, la luna llena En este caso mi mente está más relajada. Es de noche y hay más silencio. La sensación es similar pero más natural e intensa.
Cuando esto acabe, y parece que será pronto ante las claras señales de victoria, la gente se reencontrará y enseguida volverán los abrazos, los besos, las necesarias muestras de amor y cariño. Y sin embargo yo no sé lo que haré, no sé cuál será mi reacción. Está mi hijo, claro, pero él ya tiene y vive su vida. Lo más probable es que salga disparado en busca de la mujer que ama. Es normal. También lo haría en su lugar.
Pero todo eso, lo que ocurrirá después, es el futuro. La cuestión, la esencia que ahora te quiero transmitir es que mañana, día 8, la luna llena saldrá aquí, donde supongo que tú también vives, a las 21.08 y la noche será despejada. Y presiento que en ese momento volveré a sentir algo inédito, algo que existió pero que he olvidado.
Dudo que vuelva a escribirte otra carta. Me consta que la insistencia produce un efecto contrario. Prefiero y debo devolverte la iniciativa, contestarme y ayudarme si lo crees oportuno. Nunca se sabe. Por lo general, una ayuda y la gratitud posterior suele ser recíproca. Nos estamos aplaudiendo unos a otras constantemente. Casi lo hacemos ya por inercia.
Reitero mi afectuoso saludo. Es un formalismo. Lo que realmente siento es que hay alguien, en algún lugar próximo, a quien sigo amando intensamente. Y me da a mí en las narices, no sé por qué, de que esa persona eres tú, que siempre has sido tú.
Muy interesante la elección de personaje al que se escribe. La memoria está íntimamente relacionada con la emoción. De hecho, aquello que no nos emociona de alguna manera, para bien o para mal, lo olvidamos. El texto crea interés en el lector por saber quién era esa persona, por qué produce en el personaje ese buen recuerdo al que se quiere aferrar. El tono es muy adecuado a lo que está contando, parece que efectivamente tiene un problema y ha visto una luz. Y por otro lado nos lleva a pensar en que la vuelta al mundo será interesante.
Si hubiera que seguir con esto, parece claro que la otra persona no le contestaría porque con la frialdad con la que está escrito, el vínculo que hubiera parece imposible de recuperar. Es interesante pensar cómo continuarían estos ejercicios.
Una vez más, y ya no sé cuántas van ni por dónde van, gracias!
Cariño, he de decirte que me alegra no vivas esta situación de confinamiento. Hemos sabido cuando empezó, pero no cuándo terminará esta cuarentena, que nunca lo fue, por ahora vamos camino de la sesentena. Algunas de las normas que se están aplicando me han recordado al 23 F, acontecimientos de los que también te libraste. Fue cuando estuviste de vacaciones en México, y pudiste regresar en la fecha prevista, hoy no hubiera sido posible, pero posible o no, el resultado es que ni entonces, ni ahora cuento con tu compañía.
Te echo de menos, me gustaría tenerte cerca, y contar con tus explicaciones sobre este enemigo que no quiere enseñar la patita.
Mi día a día está lleno de contrastes y pese a lo que pueda parecer ninguno es igual. Soledad sí, pero interrumpida por constantes mensajes que en ocasiones me contrarían, como ahora que quiero escribirte sin perderme. Silencio sí, pero interrumpido a las ocho de la tarde con aplausos, música, sirenas. Extraña alegría que se contrapone a lo que nos llega por las noticias.
Estoy desconcertada y aunque pudiera escucharte decir una y mil veces que soy fuerte, que el que más aguanta es el que gana, puedes estar seguro que ahora no me ayudaría. Esto es diferente a cuanto hemos vivido. El sentimiento de vacío es tan grande que no creo siquiera pudiera aliviarlo tu presencia, y sabes que te quiero mucho. No entender cómo hemos llegado a esto como sociedad y, sobretodo, no poder ver que me espera no tiene consuelo.
Siempre he bromeado con querer gastar los años que me quedan en disfrutar de la vida, tu no estas, pero hay otros amores que me retienen: mis hijas. Sabes que no me importaría morir, pero dejar todo en orden si me preocupa, y esta pandemia nos ha sobrevenido sin estar preparados; por eso quisiera que este coronavirus me respetara por al menos un par de años. Después apuesto por reunirme contigo y con otros que también añoro.
Te quiero.
¿Pero tú sabes lo que estás diciendo? Creo que no, que no lo sabes. De lo contrario no lo dirías. ¿Tú sabes lo que son dos años? Es decir, dos años más, cuando resulta que la vida es eterna en 5 minutos. Tienes suerte si otros amores te retienen. Tú también les retienes. Tienes razón, déjalo todo en orden, atada y bien atada. Y reúnete luego con los otros que también añoras. Conmigo no es preciso. De verdad. Yo vivo en este mundo y en este tiempo, y no en otro. Dejo que el agua fluya, desde luego, pero no me quedo esperando como un pasmarote.
Si claro, yo también te quiero, lo sabes, y nunca dejaré de hacerlo, pero prefiero los hechos a unas palabras que se lleva el viento y que aunque lleguen a mi calle no quiero dejar entrar por esta ventana. Disculpa si soy un poco brusco, o demasiado directo. Es que hoy, día 6, me siento un poco cansado. Y solo me faltaba escucharte decir esto. Ya sabes que a veces no me puedo contener y allá que voy. Y en vez de disculparme después ya lo hago ahora, antes de que tú me lo exijas.
Por otro lado, ¿de qué enemigo hablas? ¿Acaso aún no sabes que nuestro principal enemigo somos nosotros mismos y que todo está en nuestra mente? El monstruo, los fantasmas… Yo no tengo tus explicaciones. Solo las tienes tú. Mis fantasmas empezaron a desaparecer cuando dejé de mirarlos. Y tu ayuda fue inconmensurable.
No, no te lo voy a decir. Pero me lo digo a mí mismo. Soy fuerte y el que resiste gana. Tú me lo enseñaste poniéndome frente a tu espejo. Y me pasa lo mismo que a ti. A veces me hundo y todo está oscuro. Pero sé muy bien, los dos lo sabemos, que mañana será otro día, que todo será diferente, que me volverás a ver con claridad, de la misma forma que nunca he dejado de verte desde que me abriste tu alma. Ya ves, me sigues robando horas de sueño. Pero no me importa. Tú me das la fuerza. Tú eres el motor. Me duele no pode ser el que tú necesitas. Y ojalá me sintieras tan cerca como yo te siento. Hoy más que nunca. Y lo que ahora deseo es volver de tu mano hasta la cumbre más alta esta primavera. Sé que me vas llevar. Sé que no te vas a rendir. Por que tú rendición sería la mía, Y no pienso consentir que eso ocurra con todo lo que hemos superado. No cabe en mi mente. Lo conseguiremos. Créeme. Confía en mí. Estamos muy cerca!!
Te quiero a morir, pero has de pedir que te lo demuestre.
Por cierto. Jamás he estado en México!!! Y el 23F estuve en mi casa. A ver si te aclaras. Hasta que no lo hagas, mejor no me hables. He de concentrarme en muchas cosas frente a este coronavirus
Y no pienso permitir que me robes ni una hora más de sueño frente a unas confusiones, las tuyas, contra las que no puedo luchar.
Ya sabía que esto pasaría. Apenas cinco horas de sueño. Hoy tendré un día adteralo y con ideas desordenadas. Pero asumo mi responsabilidad. Fue mi decisión, Para nada te culpo ni exijo que te disculpes, aunque me parece conveniente que seas consciente de ello. No sé si es mucho pedir que, para otra vez, escribas un poquito más pronto y no a medianoche. Eso sería empatía, ponerte en el lugar del otro. Y sería una demostración, y no solo palabras. Ya sé que es un esfuerzo, convertir el «pensar y decir» en «hacer». Pero resulta que el movimiento se demuestra andando .
En fin, ya te digo, voy estar todo el día majareta -un poco más, quiero decir-. Y confundiré el 6, fecha de hoy, con la G, y pondré la E del revés, con lo cual será una 3, Que es la Epsilon, que es el 5. Y cuando 5 es N, entramos en la quinta dimensión, Y la Delta, que es la quinta en otra dimensión, me sonará al Delta del Ebro, o al ala delta con la que pretendes volar sin saber que ya tiene alas. Y encima me percato de que son las 9 y diez, el 6 invertido., por lo menos en mi reloj. Pero en Canarias son las 8, con lo cual juegan con ventaja. Y así hasta el 8 horizontal, que es el infinito. Por que el 8 invertido, que es la G, no cambia
¿Lo ves? Ya no sé de dónde vengo ni a dónde voy. Pierdo el Oremus. Pero tranquila. Tú a lo tuyo. Mirando ciega la lluvia tras el cristal y bien metidita entre tus sábanas, tapada hasta la coronilla, como hacen las niñas pequeñas cuando tienen miedo, cuando no quieren ver ni oir. Tus paseítos relajantes por el jardín de las delicias, metida en tus libros milagrosos y jugando de vez en cuando a marear la perdiz. !Que las perdices se comen para ser felices sin necesidad de marearlas tanto! Eres más cabezota que una aragonesa, como me decía mi madre. !Escúchame de una vez por favor! Y entonces escucharás el montón de respuestas vuelan con el viento.
Pero no importa. Insisto. Asumo mi responsabilidad. Aquí paz y allí Gloria. Que pases un buen día. Parece que hará sol. Por mi parte, seguiré con mis ecuaciones. Intentaré ser cauto, no sea que me pase como a Icaro ¿Y sabes lo que me está diciendo COVID? Que me cuide, por que de lo contrario, si enfermo, no serviré para nada. Ni siquiera para tí, que eres quien más me importa y en quien más pienso.
Y menos mal que hoy no trabajo!! Me han dado el día libre para seguir encerrado. !En tu mente!
Con el mail podemos ver la relación que había entre estas dos personas. Lo interesante es que él está muerto y eso significa que la carta tiene un tono diferente a cualquier otra carta. ¿Por qué? Porque no va a tener contestación. Es de alguna manera como hablar con uno mismo, pero poniendo delante a alguien que nos sirve como escuchador. Así está escrito Cinco horas con Mario, por ejemplo. La sensación de intimidad es total.
En el caso de este personaje, la que escribe, parece que nos cuenta en todos los relatos que vive con «su muerto» y eso es una idea narrativa interesante. Ese muerto ya no está porque no está vivo, así que la relación con él ahora es la que ella quiere tener o puede tener. Ahí hay un campo interesante para escribir sobre la muerte. ¿Qué significan para cada uno de nosotros nuestros muertos? ¿De qué manera influyen en nuestra vida?
También son interesantes los contrastes que plantea en su día a día: la vivencia de la tragedia con ruido y alegría a ciertas horas. Eso le hace ver al lector que todo sucede en una sociedad con poco rumbo o con poco sentido común o alejada de lo más humano. Nadie se ha planteado que mientras aplaudimos a los sanitarios a la vez se están muriendo miles de personas.
Mi mensaje es para Wells. Tiene que traspasar la frontera de otros en medio, por eso lo digo.
Estimada Silvia:
Puede parecer que comparto mi presente con una persona fallecida muy querida, y así es en cierto modo, quizás por ser una época feliz de mi vida que me sirve de inspiración para los relatos que debo crear en este curso.
Podría llegar a otros diálogos muy especiales donde recrear escenas con deseos cumplidos o incumplidos, pero no podría ser de no superar ese “yo, mi, me, conmigo” del que me es difícil salir. En este momento me he doblegado y cuando domine esta forma de expresión, el diálogo interno, intentaré pasar a otros narradores más indicados para lo mucho que tengo por contar.
Pones de ejemplo la mágnifica obra Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes, en ella su autor ha sabido ponerse en la cabeza de una mujer, y si mal no recuerdo el soliloquio empleado fue una adaptación obligada por las circunstancias. En un principio, el manuscrito original presentaba las discusiones y quejas de un matrimonio en una ciudad de provincias (algo mal visto por el censor del momento que no acepto un relato que atentara contra el perfecto matrimonio católico). El autor sorteó las discusiones de pareja recurriendo a que una viuda, Carmen, le echara en cara todas sus frustraciones al cuerpo inerte de un marido que no podía dar respuesta. Eso sí pareció asumible a los guardianes de la moral en aquellos años 60.
¿Diálogo intimo? Lo intentaré, mientras tanto quedarán otros retos a la espera.
Gracias Silvia.
No he dudado ni un momento que tu respuesta era para mi, al igual que espero que reconozcas las mías, aunque para evitar dudas dirijo mi respuesta con tu nombre.
V.Barcino ha contestando a tu respuesta dirigida a mi ¿? con elogios y agradecimientos a tu labor, entenderás que nada que objetar por ello, pero si decirte que estoy un poco desconcertada por una adhesión tan extensa y constante a mi escritos.
En fin, la vida sigue y cada uno a lo suyo.
Gracias por la posibilidad de dar voz a estas palabras
¿Aquí no hay me gusta, me asombra, me divierte, me aterra y cosas de esas? Pues no, pero se pueden escribir. Si bien las palabras escritas son silenciosas, carecen de voz. Por lo menos en mi mundo, que quizás no sea de la Sra. o Srta. G.Wells, a quien presento desde aquí, de forma callada, mis respetos y admiración. Albergo sin embargo un cierto pesar (de `pena no de kilos) por su tendencia a «cada uno a lo suyo», poco apropiado, me parece a mí, estos días.
Por otro lado, y aún asumiendo la excesiva extensión de mis adhesiones, entiendo que el símbolo semiótico ¿? que G.Wells introduce de su propia cosecha desvela contradicción. Es decir, un loable esfuerzo por llenar de contenido el vacío que generan las dudas. Al margen queda la reincidencia en el quejoso e infantil «chivatazo» a la profesora respecto a la constancia de un compañero con el que prefiere seguir evitando el «cara a cara». Es como si estuviese preguntando: ¿Qué te pasa a ti conmigo?.
Desde una opinión poco cualificada, lo más conmovedor de la escritura radica, creo, en la capacidad de translucir el alma de la autora, hasta el extremo de quedar atrapado en ella, y amarla de una forma irreparable e incondicional. Y si se me permite seguir el hilo de «Cinco horas con Mario», sin ánimo de intromisión entre alumna y profesora, resultó ser más conocida y mejor comprendida a través del teatro de Lola Herrera, una obra que, todavía hoy, se sigue representando con gran éxito.
Interesante, casi sublime, la conciencia sobre la muerte. Tan consciente como mi agradecimiento por tu labor.
Hola Franches,
Te extrañará tener noticias mías después de tanto tiempo, sepas que a mí todos estos años se me han pasado volando.
Me pasa que hoy con esta situación de soledad y aislamiento, mi cabeza da vueltas y me pregunto si no hubiera sido mejor seguir compartiendo piso contigo, quizá es muy egoísta por mi parte justo ahora querer buscar compañía y calor humano, tus friegas con tus manos calentitas como ascuas me hacían entrar en calor los sempiternos pies helados y no sabes cómo me reconfortaban y fíjate que tontería que es por este detalle que me he acordado de ti, porque estos días me vendría de perlas esos masajitos, tengo una sensación de escalofrío que no entro en calor ni con las infusiones, y pongo el termostato a 21 grados y como si nada. Estoy vagando en un mar de incertidumbres, que me hace cuestionarme todo, si mi decisión de abandonarte y empezar en un lugar nuevo a tratar de estudiar música y cultivar tomates ecológicos, fue acertada. Esta situación tan caótica me hace pensar que todo pende de un hilo, que no merece la pena hacer planes de futuro, que nada ni nadie está seguro.
Qué es de tu vida, ¿sigues pintando y viviendo en el mismo apartamento?, me pregunto si ahora lo compartes con alguien y de ser así, si también os habéis enrollado.
En realidad tengo muy claro que cuando todo pase, volveré a la normalidad y gozaré de estar a mi aire en mi espacio como siempre sola, como la canción de Jaques Brel no je ne suis jamais sole avec ma salitude… Eso sí ahora me he acordado de ti y deseo que este confinamiento que también ha llegado a las Hurdes como a todos lados, lo superes y podamos celebrarlo quizá organizando un encuentro para recordar viejos tiempos, y ojalá que pueda ser pronto.
Un gran achuchón y un besazo cibernético,
Tu excompi,
Los tomates ecológicos son excelentes, están moda y tienen mucho futuro. Y respecto a la música, es muy buena para las vacas. Incrementa la producción, pero ha de ser relajante. No les metas rock and roll a las pobres. En fin, yo no sé lo que te diría o te dirá Franches. Pero personalmente y pese a no conocerte, creo que deberías continuar y no darle tantas vueltas a masajes calentitos del pasado. Es que `precisamente hoy he visto una peli, «Perseguido por su pasado», de Al Pacino. Y me duele que te sientas tan sola. Pero es que en Las Hurdes. No sé. Quizás deberías mudarte.
Un saludo Y ten por seguro que no soy tu excompi
«y me pregunto si no hubiera sido mejor seguir compartiendo piso contigo». Esta es la gran frase que resume todo el texto y que sin embargo se disuelve en todo lo demás. Eso está muy bien, porque es una pregunta que no se puede hacer a quemarropa. Y que haya salido justo por la falta de calor humano, tiene también mucha lógica. Ella misma se contesta que quiere volver a estar sola, no da opción al que escribe. Entonces, ¿por qué le escribe? Al final nos saca de dudas, para quedar un día, un encuentro para recordar viejos tiempos.
Con este texto, el lector está más interesado en la que escribe que en Franches y si continuara la narración, necesitaría saber qué opina Franches porque lo que ella nos cuente de sí misma no es creíble ni para ella. Es el típico personaje que necesita de otro para que la vea el lector. Es muy interesante este texto para darnos cuenta de cómo funciona la narrativa. Depende de los personajes que estemos creando, necesitaremos que solo hablen ellos, que se vean en otros, que miren al pasado, que inventen el futuro…
Hola abuelo,
me estoy acordando mucho de ti estos días. Han declarado el estado de alarma por culpa de un virus que está infectando a medio mundo. Nos vendrían bien ahora las cintas de Gila que nos ponías en el coche y esa vocación de payaso que sacaba de quicio a la abuela. Por cierto, la abuela está bien. Bueno, hace ya tiempo que perdió la memoria y dejó de preguntar por ti. Pero este virus a ella no la ha atacado. Es más, le ha abierto el apetito y encima ya no tiene que aguantar que se empeñen en hacerla salir de casa sin tener ganas. Porque ahora nadie sale de casa.
Dicen que esto se parece a una guerra. A mí, que no la viví, me suena a guerra también. Me encantaría saber qué hubieras pensado tú. Seguro que te hubieras escapado a la calle veinte veces al día con la excusa de comprar naranjas, pan, dos litros de leche…
Saldría la vecina del quinto a increparte por el balcón, que mira que te tenía ganas…y la mandarías callar a voces. Hasta a la policía le hubieras dicho alto y claro “Déjenme en paz”. Porque a ti no había nadie que te atase.
Menos mal que te fuiste antes de que empezara todo esto. Con la guerra que viviste siendo un niño creo que ya tuviste bastante.
Muy interesante esta elección de personaje a escribir. Lo que en el fondo nos está contando es la necesidad de ella de libertad. La figura del abuelo representaba la falta de miedo, la reivindicación de la libertad. Vemos agobio en la situación: la demencia de la abuela, la del quinto, la imposibilidad de salir.
Está muy bien creado el efecto del abuelo solo por el mundo reivindicando la libertad. Así lo vemos los lectores. Podemos sentir la soledad de la calle sin que lo describas. Solo con nadie sale de casa.
Tiene mucha gracia la primera frase. A alguien muerto, que está en otro mundo hay que contarle lo que aquí todos sabemos y resulta curioso verlo así.
Una vez más, gracias.
Eso de «atar» me suena. Me refresca la memoria, más veces que las que hay que refrescar esta página. Una película de Almodóvar, creo. Ya te digo, los recuerdos de hace tiempo se conservan. Y encima ese nombre, entre virus y umbrales y los deslumbrares. ¿No será tú disfrazada, verdad? No, no eres tú, pero gracias poro tu luz.
!!Dios mío, libérame ya de esta pantalla hipnótica, despégame los dedos del mugriento teclado y permite que haga algo de provecho para la sociedad! Por ejemplo, sacar al perro a pasear.
Querida amiga, en estos días en los que me siento tan extraña me acuerdo mucho de ti.
Al principio del confinamiento sentí como una especie de alivio . Después de meses sin parar con salidas, rutas, viajes. Agarrando todo a tope, casi con obsesión, de repente nos paramos. Por obligación, no había vuelta de hoja..
Pensé que sería un buen momento para leer más, sin prisa, escribir mucho. Ya ves, no podía entonces imaginarme que el alcance de todo esto fuera a ser tan terrible..
Ha habido y hay días en los que me invade la desesperación, la impotencia, la rabia y el miedo..
La desesperación y la impotencia porque no podía hacer nada más que quedarme en casa ante la situación tan terriblemente critica que hemos vivido y estamos viviendo en Madrid. La rabia y el miedo cuando pienso en algunas de mis amigas y familiares muy cercanos que trabajan en los hospitales, sin apenas descanso y sin haber tenido en muchos momentos la protección adecuada . La situación muchos días ha llegado a ser un auténtico caos.
La mayoría de los veces no quiero pensar en todo esto. Procuro ver las noticias sólo una vez al día para no machacarme continuamente.
A veces tengo la impresión de que me he encerrado dentro de una burbuja que me protege y me aísla y hace que mis sentimientos estén como un poco dormidos. Esa burbuja en la que me he encerrado me hace sufrir menos, sin embargo me preocupa, me hace preguntarme si no me estaré volviendo demasiado insensible. Hace unos días murió el hermano de una amiga muy, muy querida. Me impactó bastante. No lo esperaba. Además en estos días el dolor se intensifica al no poder despedirte de tus seres queridos. Me intentaba poner en su lugar y me parecía horrible. Quería consolarla, abrazarla. Solo podía hablar con ella por teléfono y eso no me bastaba. Creo que en algún momento esa burbuja me protegió, hizo que lo viera todo un poco lejano porque impide que salga y entre el dolor auténtico.
Gracias por estar ahí. A pesar de la distancia, y del tiempo que hace que no te veo, te noto cercana y escribirte me consuela mucho.
Un abrazo fuerte, fuerte.
Está muy bien el movimiento de me siento extraña, no puedo hacer nada en mi entorno, entonces me voy al pasado a alguien que supone casa para mí. La sensación que sacamos de esta carta es que el personaje se pone la coraza para no sufrir más de la cuenta. Más interesante, no se pone la coraza, sale sola, como si la imposibilidad de acción nos sumiera en un limbo también emocional.
Tiene sentido también el escribir el mail como una forma de contar de verdad, no hay el miedo o el respeto o lo que sea del que se tiene delante. Eso era la maravilla de escribir cartas, la distancia para poder hablar con tiempo, para explayarse sin que el otro te interrumpa.
Aquí tenemos a un personaje que está tomando conciencia de lo que le pasa independientemente de lo que nos quieran contar fuera lo que significa el confinamiento.
Muchas gracias Sivia.
Hola!
No sé si este seguirá siendo tu mail y si algún día leerás esto. Me encantaría verte y saber de ti.
Yo ahora ando en Portugal, llevo ya seis años acá, no sé cuánto tiempo más me quedaré y ahora menos.
No tengo idea de donde estarás y cómo estés viviendo todo esto. Nosotros hemos estado en casa, Yolyio me ha sorprendido, pensé que se volvería loco, pero la verdad lo lleva muy bien, se pasa el día dibujando, escribiendo cuentitos, construyendo cosas con lego, cuestionándose sobre todo, cantando, tocando la guitarra e inventando siempre algo diferente, tengo tanta suerte de tenerlo junto, es un gran maestro. Deseo que siempre consiga enfrentar la vida con esa actitud y ánimo.
Yo, en un inicio me sentí bastante confundida y sin que me cayera bien el veinte de lo que estaba pasando (en realidad no estoy muy segura de si ya me cayó). Después hay días que me siento con mucha energía y contenta, otros que más bien me siento en una mezcla de calma y melancolía, pero siempre con una sensación de que tengo que estar lista para lo que haga falta, quiero ayudar. Me duelen las muertes y quiero enviar fuerza a quien lucha por mantener vidas. Sigo haciendo mis prácticas por mi y por todos. Confio, tengo esperanza de que esto nos ayude a encontrar respuestas y conectarnos con lo esencial. Tengo tantas ganas de hacer tanto, siento que esto es una enorme oportunidad. Se me ocurren muchísimas cosas pero aún no tengo muy claro cómo hacerlas. Me gustaría que las personas sintieran menos miedo y más amor. Hay tantas cosas maravillosas por hacer. Sigo pensando que es en comunidad, con amor, respeto, escucha, entrega y cerca de la tierra, en donde está la respuesta para un cambio.
Quiero verte, muero por platicar contigo y hacer cosas bonitas, quiero que oigamos musiquita y cocinemos cosas ricas, quiero abrazarte mucho mucho, te extraño.
En fin, te mando un millón de besitos esperando que estés muy bien ¡cuídate por favor!
Te quiero.
Parece, según este texto, que elegimos para hablar y para proyectarnos en el futuro a aquellas personas con las que podíamos hacer cosas y ser nosotros mismos. En este caso, no parece una persona con la que haya tenido un mal rollo. Así que escribir una carta en estos momentos es como una búsqueda de lo que era bueno para nosotros. No nos sale remover cosas malas.
Es una cosa interesante para contar.
Es curioso que en medio del aislamiento sienta tu presencia y busque tu imagen en tu perfil. Traté de olvidarte y no pude. Ya no es tan intenso tu recuerdo, aunque me sorprendo en la dualidad de querer olvidarte y recordarte. Y si, recuerdo cómo nos comprendíamos sin palabras, cómo brillaban nuestros ojos al mirarnos, cómo nos buscábamos en las sombras para volver a encontrarnos, cómo provocabas mi risa y acrecentábamos el deseo.
No sé que ocurrió para que se rompiera el encanto.. otras personas se cruzaron, ¿ me malinterpretaste?, o fuí yo?. Nunca llegamos a aclararlo. Detenida en este punto, una y mil veces me digo que necesito reconstruir algunos hechos vividos conjuntamente, para devolverle a mi razón-corazón torturado de enigmas y sospechas un poco de luz que avive el entendimiento. De verdad lo necesito aunque ahora tenga que ponerlo en cuarentena para cuando volvamos a pasear frente al mar
El personaje está buscando luz, claramente. El encerramiento es oscuro y fuera está la luz. Así que escribe para recuperarse, pero como una proyección para salir de esa situación que ni siquiera cuenta. Muy bien. No era necesario decir cómo está, ya lo vemos a través del tono de la carta, un poco desesperado y de la búsqueda en el pasado. Ya tiene un objetivo para salida. ese es otro tema interesante, la salida del confinamiento.
Hola, Mariano,
No sé cuantos días han pasado desde que recibí tu mensaje, en este encierro se pierde un poco la noción del tiempo. Fuiste breve pero cariñoso. Pensé en tu madre. ¡Era una mujer fuerte como pocas! ¿ Qué habría hecho ella si le hubiera tocado vivir esto? Seguro que nos habría animado a todos diciendo alguna burrada. Siempre tenía respuestas y, si no las tenía, lo mandaba todo a freír espárragos y se quedaba tan fresca.
Ahora estoy muy pendiente de mi madre. Cómo sabes, está sola. La llamo todo el rato. Me ha contado que estuvisteis hablando. Te va a hacer gracia, aunque a mí no me hace ninguna: ¡No sabes lo pesada que está! Y además, nerviosa y con miedo a todo, pero no quiere reconocerlo y, como ya sabes que es una mandona, cuando le dices que tiene que hacer algo, y sabe que tienes razón, te contesta “lo voy a hacer, pero porque yo quiero”.
Es curioso, a estas alturas de la película, parece que estoy conociendo un poco mejor a nuestras madres, y descubriendo en la tuya a la hermana mayor que siempre fue, aunque no me parecía que ejerciera como tal. He pensado que te daría gusto que te lo dijera.
Últimamente, me encierro bastante en mis recuerdos. Me satura la información de fuera. Selecciono mucho lo que me llega. Y me pregunto si, cuando se acabe este tiempo de reclusión, voy a querer salir.
Cuídate.
Un abrazo fuerte
Está muy bien esa reflexión final: «Y me pregunto si, cuando se acabe este tiempo de reclusión, voy a querer salir». Este mail, en un texto narrativo normal, serviría para hacer ver que el personaje se está dado cuenta de que su mundo normal no está bien. ¿Qué diferencia hay entre decirlo así o en una conversación o en un pensamiento? Al decirlo así está siendo más creíble, porque se lo dice a alguien, no a sí misma, porque ese alguien es de los íntimos de antes, de los que suponemos que nos conocen bien y porque no se atreve a lo mejor a decirlo en una conversación. Las cosas que salen en un texto tienen que tener su propio contexto o circunstancia para que el lector las reciba como las tiene que recibir. Por eso es importante para alguien que escribe escuchar cómo se dicen las cosas en el día a día y qué efecto producen, para luego saber contextualizar lo que cuenta.
Hola Marta. ¿Qué tal?
¡Cuánto tiempo sin escribirte! Lo de siempre. Sigo pensando en ti, pero, ¡los meses (a lo mejor no son meses sino un año… ¿o dos?) pasan tan rápido!
¿Cómo estás? ¿Y José ? ¿Y Ana? ¿Todos en casa? ¿Está Ana con vosotros o ya tiene su alojamiento?
¿Cómo os organizáis? ¿Cómo lo lleváis esto del coronavirus?
Quería preguntarte : ¿conoces a Luis Sepúlveda? Es un escritor chileno. Escribe para los adultos y los niños y todo lo que escribe me encanta. Es que, leí que ingresó en el hospital de Oviedo por padecer del coronavirus. No sé si habréis oído hablar de su caso? Espero que ya se habrá recuperado.
Nosotros, todos en casa. Salimos cuando hace falta para las compras y, Fabrice, por no poder trabajar a distancia, va al despacho cada mañana. Es todo muy complicado.
El tiempo me parece infinito.
La situación me parece irreal. Es que, es algo que nunca experimentamos.
Y tú? Cómo lo ves? ¿Todos bien? eso espero.
Espero noticias tuyas. Deseando que estés más rápida que mí.
Un abrazo. Bisous
En este caso, el personaje ha perdido las referencias temporales. Puede escribir a su amiga porque como ya no hay tiempo, qué más da si hace que no lo hace meses o años. Su interés es solo saber qué tal está, si todo le va bien. Es curioso porque parece que con esa conversación, con ese saber acerca de la amiga es capaz de retomar algo de mundo y no perderlo todo. La pérdida se ve en el escritor enfermo, en el marido que desaparece, en el tiempo infinito, en la irrealidad, en su lentitud. Todas esas palabras que aparecen en el texto pertenecen a un mismo campo semántico: la inquietud. Al final eso es lo que siente el lector. Cuando se crea un efecto expresivo, se utilizan palabras del campo semántico que tiene que ver con la sensación que se quiere transmitir.
Cómo estás? Te escribo porque instagram te mantiene en presente. Te felicito por lo que puedo ver de tu vida, de cómo estás, te sentís, y el canto…. eso es alucinante.
Últimamente estoy pensando mucho en diferentes momentos del día, a las amistades que fueron más cercanas, todas las personas que no están ahora, y pienso a veces, impresionándome a mí misma de tanta sinceridad, si es que éstas personas se acordarán de mí, cómo serán sus intereses, proyectos, pensamientos recurrentes, chaelas con sus nuevas amistades. Que loco.
Lo que en realidad quiero decir es Gracias. Por haber compartido un momento de esta vida, (estoy realizando algun camino a nivel unidad, espiritual se le podría decir, de manera muy general. Por eso todas estas cosas jj)
Ojalá no te resulte ridículo todo esto, ni demente, es bueno, ya que estamos todos encerrados y todo así. Entonces creo que muchos seres estamos aprovechando la ocasión para muchas cosas,. En fin, te felicito Anto, y si esto te parece ridículo o cualquier cosa así POR FAVOR escribímelo, porque me viene bien entender.
Gracias, te abrazo
En este caso, el personaje aprovecha el caos, la suspensión de realidad o de vida cotidiana para decir lo que quiere decir: dar las gracias. Lo que gusta al lector es que un acto tan sencillo y humano no se pueda hacer en nuestra vida normal, que haga falta una pandemia mundial para poder hacerlo. Y aún así el miedo al ridículo. Porque además entiende que es hacer el ridículo. Entiende las dos cosas, el ridículo y lo ridículo de que sea ridículo. Cuando un texto es capaz de hacer esto es que está bien. Siempre tiene que haber dos planos o dos lecturas: una literal, lo que dice, y otra por debajo de esa, lo que quiere decir. En narrativa eso es la ironía, que no tiene que ver con reírnos a carcajadas sino con mostrar una realidad a través de la apariencia.
Hola María, hace tiempo que no sé de tí. Me preguntaba si te apetecería hablar algún día, la verdad que no sé en que quedamos la última vez. Estaba con las agendas del trabajo y aún no he pasado los teléfonos de otros años y ví el tuyo. Espero que cuando pase toda esta locura podamos vernos,
Un abrazo
Escueta. Quizás no sea capaz de hablar. Puede dar a entender que tiene que arreglar algo para que la conversación sea fluida. En cualquier caso lo que quiere es retomar, quedar, salvar un nombre de la lista que era importante. En ese sentido el mensaje está recibido.
Gracias, Silvia…
Tendrías que estar aquí para vivir esto, Eli. Aunque ya sé que e veces vuelves sin avisar y te das una vuelta a ver cómo siguen las cosas. Como hiciste el otro día.
Este virus es como la peste negra y no saben como pararlo. Ya no cabe más gente en los hospitales. En tres semanas te liquida: 600, 700, 900… la cifra de muertos diaria es escalofriante. La mayoría son ancianos como yo y enfermos, pero ha muerto también muchos jóvenes. Yo tengo miedo por Guillermo.
Todo el mundo se ha metido en sus casas y trabajan a distancia. Solo se permite salir para lo fundamental. El supermercado es de los pocos sitios donde se ve más gente, pero todos guardan distancia de dos metros, sobre todo en la cajas, y no se dirigen la palabra salvo que no haya más remedio. Muchas usan máscara y he visto gente de mi edad con gafas de buceo de esas que llevan los niños a la playa. Es gracioso. Confieso que en esos ratos me pongo tenso y tardo mucho en escoger los productos que necesito. El miedo a contagiarse se siente flotar en el aire, invisible, como un mal olor u un gas tóxico.
Todos los bares y tiendas comunes han cerrado. No se escuchan coches, no hay camiones, ni motos, ni bicicletas, ni sirenas de policía o de ambulancia, ni helicópteros, ni siquiera aviones volando a gran altura. No hay taxis en las paradas, ni niños correteando en los parques. La televisión dice que los trenes van repletos de enfermos que trasladan a otros lugares. A veces se ven pasar autobuses municipales vacíos. Como en el que ibas tú el otro día, te vi pasar desde la ventana de la cocina. ¡La única pasajera! ¿Por qué no miraste hacia mi ventana? Se lo conté a Guillermo que regresaba del hospital en ese momento. Dice que llevo demasiados días encerrado, que me vendría bien hacer algo de gimnasia. “No bebas tanto vino, papá”, me dice. ¡Qué sabrá él lo que le conviene a un viejo!
No se sabe muy bien si Eli está muerta, parece que sí, al final, parece una fantasía de un hombre mayor que bebe. Esa es la parte real de lo que ocurre. Y lo bueno es que no quita valor a lo que siente el protagonista. Lo que sí se ve con esto es que está solo porque su hijo, que parece que es su única conexión con el mundo, no lo toma en serio, no le da atención, digamos. Es un tema muy interesante porque los ancianos a veces tienen su realidad, pero los jóvenes no les hacen caso porque esa realidad no se ajusta a una fomra común de sentir el mundo. Creo que aquí has construido la soledad de un personaje, que es clarividente pero nadie está dispuesto a escucharlo. Me gusta esa especie de invención del amigo invisible de los niños que no se sienten seguros.
Hola, María:
No he parado de pensarte durante estos últimos días.
He regresado a casa de mamá y papá de manera inesperada. Mamá tiene una foto tuya en una mesita de cristal que está en la entrada de casa y te veo cada mañana cuando me levanto y voy a hacerme el café.
Te recuerdo en los detalles pequeños. Como el sonido que hacen los cubiertos mientras comemos reunidos en la mesa o cuando paseo a Nina en estas tardes silenciosas de primavera donde solo se oyen las aves que sobrevuelan el cielo, ignorando todo lo que ocurre aquí abajo.
No te voy a engañar: no están siendo momentos fáciles. Pero ahora, más que nunca, tengo en mente tus palabras, siempre sabias y llenas de fortaleza y de humor. Todo lo que aprendí contigo sin yo saberlo, tiene un sentido para mí ahora.
Quería agradecértelo con estas palabras. No me suelto de tu mano.
Tu nieto,
Iván
Cuantos emails recibe María? Debe de tener la cabeza como un bombo. Es normal. Es uno de los nombres femeninos más comunes en este país. Y sin embargo, María no envía ninguno!!
Es curiosa la sorpresa del final, que sea la abuela. Parece una hermana y de repente es una abuela. El tema es que lo acompaña como si tuviera más energía que él y eso es interesante. Como ya he puesto a otros, el dar las gracias a gente del pasado es común, como si en esta situación hiciéramos una selección de gente con la que hemos tenido relación. Cuidado con las aves que ignoran lo que hay abajo.
Muchas gracias por tus correcciones a todos mis escritos, ha sido un ejercicio muy divertido estar pendiente de tus propuestas y después de tus comentarios, además algo se me habrá quedado de tus buenas explicaciones para analizar los escritos y profundizar
en ellos.
Sin olvidarme, claro, de las correcciones y explicaciones sobre otros escritos, de las que también se aprende.