VISCONTI NARRADOR
Visconti abre una realidad nueva dentro del cine, hace cine teniendo muy claro cuál es su instrumento: la imagen. En realidad, a las películas de Visconti les podemos quitar las voces, incluso la música, tan bien elegida, y la película sería la misma. Cuando adapta grandes novelas como El Gatopardo, toda una introducción sobre el fin de una raza la resuelve con unas cortinas de encaje al vuelo en una tarde de siesta con rosario. Visconti es un maestro narrando porque elige una historia, la disecciona y busca cada imagen con el máximo rigor para transmitir emocionalmente. El momento de Burt Lancaster de rodillas en la calle, de noche, poniendo palabras por fin a todo su desasosiego, es el ejemplo de lo que cuenta Visconti en todas sus películas. El fracaso no está en no conseguir las metas propuestas, el fracaso está en darte cuenta de tu error cuando ya no hay posibilidad de enmendarlo. Esa sensación, el triunfo del tiempo, es una de las constantes en el arte y precisamente en mucha de la música que elige para sus películas, como la de Mahler, y para contarlo elige islas como escenarios, convierte a los personajes en hombres que no quieren mezclarse con el resto de hombres, que rechazan la humanidad: Ludwig, Muerte en Venecia, El Gatopardo, El Crepúsculo de los dioses, todos son hombres que se distancian buscando otro estatus, que no aceptan su realidad, podrían ser idealistas, todos son inteligentes, cultos, sensibles, sin embargo fallan en lo más fundamental, no tienen capacidad de amar, más bien la tienen, pero se la han negado en ese intento de no mezclarse. El fracaso entonces se entiende como consecuencia de su postura ante el mundo, y el fracaso siempre es la soledad, morir solo, porque ya no hay tiempo para rectificar. Como todos los buenos narradores, Visconti también refleja con esto una época, el mundo se amplía, empiezan a participar todos y aparece el miedo en las minorías y el caos en una mayoría que no sabe y que amenaza con convertirla en masa. Las minorías se atrincheran y la masa empieza a moverse sin rumbo. El Gatopardo es el ejemplo más claro, el conde no quiere participar en ese cambio, el pueblo recurre a él y él se niega, ese momento es el que marca su fracaso. Ludwig también se niega y es rey y se refugia en el arte que no puede calmar el dolor que le produce esa postura ante la realidad, y en El crepúsculo de los dioses, el protagonista es un vengador, se da cuenta del horror montado por el orden de una clase superior y decide torturarla dándose cuenta de que él mismo es igual y no puede cambiar. En fin, quería sólo recomendar ver alguna película de Visconti poniendo atención en su faceta de narrador, cómo construye los personajes, cómo elige los escenarios, cómo lleva la narración, cómo sus personajes actúan desde la inconsciencia, con un sentimiento de desasosiego incomprensible y al final se hacen conscientes de que no han actuado, de que el tiempo ya ha ganado, de que han fracasado. También es interesante fijarse en el punto de vista, todo ese cambio social está contado desde las clases superiores, desde su incapacidad para sumarse a él y dirigirlo. Esta crítica social me parece muy interesante porque nos obliga a preguntarnos cómo sería ahora nuestro mundo si la democratización se hubiera hecho consensuada y no sólo consensuada, sino apoyada y bien dirigida por las clases preparadas para ello.
Biografía y Filmografía de Lucchino Visconti
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