Kim de l’Horizon es un novelista, dramaturgo y actor actor suizo no binario. En 2022, ganó el German Book Prize y el Swiss Book Prize por su primera novela Blutbuch.
De l’Horizon nació en Ostermundigen, Berna, el 9 de mayo de 1992.De l’Horizon se mudó al cantón de Zürich a la edad de siete años y asistió al gimnasio en Winterthur. De l’Horizon comenzó a usar un seudónimo, un anagrama de su nombre y apellido legales. De l’Horizon estudió alemán, cine y teatro en la Universidad de Zúrich, así como escritura literaria en el Instituto Literario Suizo en Biel, Berna. Está cursando una maestría en estudios transdisciplinarios en la Universidad de las Artes de Zúrich.
Kim de L ́Horizon ya es conocido en Alemania y Suiza como “wonder boy” o “Miss miracle”.
A sus 30 años ha ganado el Premio Nacional de Alemania 2022 y el Premio Nacional de Suiza 2022.
Kim de l´horizon
Traducción de Ibon Zubiaur
Kim de l´Horizon estará en Madrid del 26 al 28 de abril para participar en los actos de presentación de la edición española de su novela.
Elisabeth Duval, conocida escritora y activista del movimiento trans, acompañará a Kim y presentará el libro en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el 26 de abril a las 19:00.
El personaje de Libro de sangre no se identifica como hombre o mujer. Ha crecido en un sórdido suburbio suizo y, desde Zurich, después de dejar atrás ese mundo asfixiante de lugar pequeño con grandes brechas sociales y pocas oportunidades, necesita recolocar su pasado.
Una nueva forma de afrontar el sexo, la identidad, el lenguaje, el trauma, la pertenencia social.
Kim de L ́Horizon ha conseguido arrastrar a miles de jóvenes a la lectura, interesados por su punto de vista sobre el mundo tan genial y nuevo.
Kim de L ́Horizon ya es conocido en Alemania y Suiza como “wonder boy” o “Miss miracle”.
A sus 30 años ha ganado el Premio Nacional de Alemania 2022 y el Premio Nacional de Suiza 2022.
A Kim de l´Horizon le ha llevado más de 10 años escribir el libro. Él lo define como una “biografía de ciencia ficción”. En realidad, es un libro de autoficción donde el género toma todo su sentido. Al contar lo que no se puede contar, es necesario usar la ficción. La ficción también es un camino para poder adentrarse en abismos a los que el realismo no puede. El resultado es que el lector traspasa el interés por el personaje y termina absorbido por un lenguaje vivo, por la vitalidad de la vida en realidad. Así lo cuenta en el propio libro, hacia el final, en una reflexión sobre la propia escritura:
Me doy cuenta de que yo también soy un cuerpo de vergüenza, todo un archivo de ella. Pero no es ése el texto que escribo aquí. Tendré que escribir mi libro de la vergüenza en otro momento. Este texto es mi libro del miedo. El miedo almacena situaciones con la misma “intensidad” en nuestras mentes, creo, pero con una calidad diferente. Mientras que la vergüenza es un archivador hiperrealista de alta definición, no hay claridad ni precisión en mis recuerdos del miedo. Al contrario, el miedo registra más bien estados de ánimo borrosos que imágenes precisas. Siento que el miedo trabaja con todo mi cuerpo, no con un solo sentido. Recuerdo con una especie de exactitud ciega la sensación de miedo, durante toda mi infancia, como unas aguas profundas en las que me despertaba regularmente, pero apenas recuerdo exactamente lo que vi, oí, olí, sentí o saboreé.
Libro de sangre indaga en el árbol genealógico real y el inventado. En el presente del personaje influyen tanto las historias que han vivido sus bisabuelos, abuelos, padres y tíos como las historias de las brujas suizas que fueron asesinadas en la Edad Media que su madre recoge en escritos personales. Y también es un libro genealógico de las diferentes formas de escritura. Utiliza la primera persona para contar las situaciones que le vienen de fuera sin esperarlas y a las que tiene que enfrentarse. Entonces el lenguaje es poético y mágico, el que necesita para, de manera magistral, representar la intuición. En algunos momentos es el niño, en otros se disfraza de niña y bajo el árbol, cuando se cuenta a sí mismo es le niñe. Así comienza el libro:
Las manos de Grossmeer eran animales. Se movían sin cesar. Eran ratones en su desasosiego, ratones lampiños con piel, ásperos como asfalto reventado. Eran arañas en su forma, colosos abombados; presas en su piel áspera, buscaban de continuo una salida de Grossmeer, tanteando como ciegos que no están ciegos aún.
Una novela de formación. Abrir los ojos al final de un mundo y comienzo de otro.