LA BUENA GENTE DEL CAMPO. Flannery O´Connor

oconnor202La buena gente del campo Flannery O´Connor. Nórdica Libros.La señora Hopewell (buenaesperanza) es una mujer que contrata a una familia de trabajadores en su casa. En las conversaciones de cocina, la señora Hopewell escucha a la señora Freeman (libertad) contando todos los avatares de sus hijas. Los avatares son: el embarazo de una niña de quince años, o la curación de un orzuelo de la otra recostada en el asiento de atrás del coche de un chico. Ante estos hechos, con la excusa del matrimonio, las hijas de la señora Freeman con calificadas como buenas chicas con sentido común, como pertenecientes a un pueblo genuino de verdad, como posibles buenas mujeres en el futuro.

La hija de la señora Hopewell es un caso diferente, tiene una pierna de palo, treinta y dos años y una soledad infinita. Además ha estudiado filosofía y no cree en Dios. Esta hija, Joy, (felicidad), no soporta a la señora Freeman, se siente observada y calibrada. Y la llegada de un vendedor de biblias, otro buen chico de campo, va a alterar este mundo tan perfectamente categorizado. Joy acabará siendo igual a todos, su soberbia aprendida no le ha dejado ver la verdadera naturaleza de la buena gente del campo. La igualdad aparece como un castigo para quien sobrevivía gracias al sentimiento de la diferencia.

Flannery O´Connor utiliza la conversación para mostrar el discurso que hay detrás de cada personaje, unos discursos de los que en algún caso no son conscientes. La señora Hopewell piensa que es superior a la gente del campo y que además ellos nunca podrán dejar de ser lo que son, una pobre gente. Sin embargo, el adjetivo que usa no es el de pobre, sino el de buena, otorgándoles una dignidad que le da carta abierta para tratarlos desde la desigualdad más absoluta. La buena gente, en cambio, es consciente de su discurso, sabe que está siendo ninguneada, disimula y espera el momento en el que convertir al adversario en un igual desde la miseria.
Una cosa es lo que se dice y otra lo que se piensa y ese es el motor de los hechos, el engaño entre unos y otros. Cuando la hija, la verdaderamente diferente, pide honestidad, el garrote del buen chico de campo cae sobre ella, pero en realidad parece un proceso buscado para dejar por fin de ser diferente, para ser una tullida de verdad como toda esa buena gente del campo.

Además de las conversaciones también están los símbolos, como los nombres de cada personaje, que representan lo contrario de su naturaleza, la Biblia como el único libro no leído, el libro llevado y traído sin abrir, la pierna de palo como auténtica alma.
En fin, como todos los relatos buenos muestra un mundo lleno de matices que son capaces de contar la estructura del mundo de la apariencia.

Enhorabuena a Nórdica Libros por esta colección de buenos relatos, algunos difíciles de conseguir en castellano.

La buena gente del campo
Flannery O´Connor
USA 1955

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Biografía

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