LA METÁFORA

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La metáfora siempre busca llegar a lo más íntimo de la realidad.

Acabo de ver Amarcord y he disfrutado de todas las metáforas, creo que ha conseguido contar desde el surrealismo esa actitud ante la vida que tiene la mayoría, la de vivir y nada más.

Viéndola, uno llega a preguntarse cómo ha podido existir el fascismo o el comunismo, cualquier régimen dictatorial cuando lo que quiere la mayoría es vivir sin más. Y verdaderamente, a veces nos hacen creer historias extrañas, por ejemplo que España estaba dividida entre la izquierda y la derecha. Unos pocos estaban divididos, pero la mayoría lo único que tenía era miedo, más que ideología, miedo de los que se ponían uniformes o se hacían carnets, de los que dejaban la individualidad para tomar filas en una ideología.

Lo que cuenta la película es que todo es un juego, que no hay nada consistente en el empeño de nadie y que la verdad está en el fluir. Me encanta la escena en la que todos salen con las barcas para ver pasar el trasatlántico con lo que significaba América entonces, ese sueño desconocido. Y esperan, cantando, durmiendo, tocando algún instrumento y la coqueta, pintada y vestida como si fuera a una jornada de barco de clase alta, se lamenta de no tener un hombre con el que compartir sus sentimientos y formar una familia, porque ella tiene tantos sentimientos y nadie a quién ofrecerlos. Y después aparece el barco inmenso, lleno de luces, sin mostrar nada de lo que lleva dentro para mantener el sueño, sólo el inmenso casco lleno de lucecitas y pasa como si ellos no estuvieran ahí y ellos aplauden y la música toca para recordar ese baile continuo que viven. Alimentado el sueño, vuelven a su vida que se sostiene gracias a él, un sueño no complicado, mujeres guapas, ambientes elegantes, bailes a la luz de la luna, en definitiva, situaciones vivibles, llevables, que hagan creer que somos dignos, que estamos bien.

El surrealismo, cuando está bien hecho, es magnífico. Es un instrumento perfecto para contar la realidad. La metáfora es algo increíble, tan alejada del objeto que representa y tan certera en su descripción.

Una de las características del postmodernismo es una revalorización de la metáfora, sin embargo, como todos los movimientos, termina en otro sitio distinto, en una metáfora de la metáfora, o del caos, es decir, sin referencia. Hay algún libro que me ha gustado como una metáfora del individualismo absurdo, pero al no partir de la realidad, sino de una idea, para hacer la metáfora, se queda en una lectura conceptual, tan alejada de la realidad que parece que se está perdiendo algo o que ha cogido un camino como el del globo de gas que se nos escapa.

También se habla de metaliteratura y se me escapa una literatura que vaya más allá de sí misma, o que trate de sí misma. No se me ocurre nada más antiliterario.

No es necesario el realismo para contar la realidad, pero sí tenerla en cuenta, representarla, para tener literatura y puede hacerse desde el surrealismo, o con toda la fantasía que se quiera pero como auténtica metáfora. La metáfora siempre busca llegar a lo más íntimo de la realidad. Entonces es cuando conmueve.

Y pongo un fragmento de Vila- Matas, que piensa justo lo contrario:

He podido comprobar que, en mi caso, hay una cuarta pregunta esperándome en el fondo del corredor de la muerte (¿de la novela?). Es una pregunta añadida, a veces dicha en tono acusador: “¿De dónde le viene tanta afición por la metaliteratura?”
Bien, vayamos por partes. La literatura no tiene ninguna relación con la realidad. Como decía Manganelli, la realidad es una palabra que encubre una intimidación moral del lenguaje. El concepto de realidad es una amenaza, pero no es un concepto. La literatura no tiene relación con la realidad como tal, es una realidad en sí misma. Para mí, la literatura tiene sus relaciones, su sentido, su coherencia. La literatura tiene una habitación propia en un lugar extraño, que ni siquiera sabemos si existe. Un viejo proyecto: escribir un libro que se titule La literatura sin domicilio.

Me dicen por aquí, y la idea me parece muy buena, que pensemos algún libro de la Historia de la Literatura que no tenga que ver con la realidad. Los que sí es verdad que no tienen nada que ver con la realidad son los malos libros, lo ves en seguida, que no han conseguido llegar al núcleo de nada aunque estén llenos de “metáforas”

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5 responses to “LA METÁFORA

  1. Muy fuerte:
    “La literatura no tiene ninguna relación con la realidad. Como decía Manganelli, la realidad es una palabra que encubre una intimidación moral del lenguaje. El concepto de realidad es una amenaza, pero no es un concepto. Vila-Matas.”
    Este tío, efectivamente, esta fuera de la realidad, del mundo y por supuesto de la literatura.
    ¿que interés tiene si no?…. NINGUNO.
    Es un insulto a la inteligencia, al sentido común, a la sensibilidad, a la historia del arte, al lenguaje, a las personas.
    Si hay un mal en esta época, es LA FALTA DE RIGOR EN EL PENSAMIENTO, Vila-Matas, es sin duda su máximo exponente. O por lo menos uno de los mejores ejemplos vivos.
    La metaliteratura se engancha en los yos de los malos escritores que se miran mientras escriben pensando que no necesitan contar nada (del mundo) salvo su propia experiencia de su yo inflado de aire. Son los yo-yo´s de la literatura de mercado, suben y bajan y bajan y suben, sin profundizar, ni entender nada. Y lo que es peor, pensando que no necesitan contar nada, que basta con que hablen con su verborrea, para que los demás se callen en un acto de lectura sumisa y descerebrada.
    VIVA Fellini y la gente con mirada, con cabeza y con lenguaje. VIVA la gente con la capacidad para contar realidades que nos iluminan la existencia y nos aportan sentido y significado y que nos ayudan a sobrevivir en este páramo desolado donde los necios tienen los altavoces.

  2. Juan,
    me parece espléndida tu metáfora “este páramo desolado donde los necios tienen los altavoces”. Y esos altavoces dicen que sigamos soñando con el transatlántico lleno de lucecitas, todo el glamour, la promesa de amor, de tanta y tanta gente. Hasta que no modifiquemos la idea de que el transatlántico no nos va a dar la felicidad, de que las mejores joyas y el mejor traje para la fiesta, el mejor baile con “Gary Cooper”… hasta entonces nada de nada. Seguirán teniendo los altavoces. ¿Cómo buscamos una cultura que VENDA, que ENCANDILE, con la que SOÑAR? O mejor, ¿cómo vendemos el NO SUEÑO, vivo mi vida y estoy satisfecho de mis pequeños logros????

  3. AMARCORD ES UNA OBRA MAESTRA, y uno de los pocos ejemplos dónde el cine esta a la altura de la literatura.
    La metáfora es el vehículo del conocimiento y la mejor forma de conmover, transmitir e iluminar. Es la mejor manera de mostrar el mundo y de profundizar el él, en definitiva, es la herramienta perfecta para enseñar la realidad.
    Pd. Vila-Matas en un cursi.

  4. Paula,
    efectivamente el “no sueño” es la realidad de cada uno.
    Pero, ¿como estar satisfecho con mis pequeños logros?
    ¿que es un logro? ¿algo que me satisface? ¿algo que me desasosiega?

  5. Juan, no te agobies, Vila-Matas es tonto.

    Para muestra un botón:

    Pregunta sacada de una entrevista realizada en el mundo, consecuencia de un premio MUY MUY MUY merecido.

    “”¿qué inspiró su último libro?
    El comentario de un amigo que me dijo que sólo hablaba de literatura. Decidí hablar de un enfermo de literatura para acabar con mi obsesión por ella. Todos mis libros están escritos para acabar con obsesiones. Por ejemplo, gracias a uno de ellos no me suicidé en su momento. Claro está que ahora quedaría redondo, y muy literario, que me suicidara más de lo que acabo de suicidarme contestando a tan amables. Adieu.””

    SUCÍDATE LITERARIAMENTE V-M (la historia lo hará por ti, no lo dudes)

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