LOIS PEREIRO EN LA PUERTA DEL SOL

En 1996, Lois Pereiro escribió un manifiesto dando a conocer su indignación ante el mundo. Adelantado a su tiempo y con una lucidez que sólo puede dar su experiencia extrema de vida fue capaz de intuir una posibilidad de revolución basada en la autonomía individual, en la acción moral individual.

Por eso ayer pegamos carteles en la Puerta del Sol con algunas de sus propuestas.
Fragmentos de:

MODESTA PROPOSICIÓN PARA RENUNCIAR A HACER GIRAR LA RUEDA HIDRÁULICA DE UNA CÍCLICA HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA

…¿Y de qué parte estaba yo, decíamos antes? De parte de los que intenten de alguna manera no contribuir en esa ruieda opresiva y maldita continúe girando eternamente, perpetuendo, con un cíclico cambio de papeles de amos o esclavos, la misma situación hasta que la Tierra explote de asco y perversión, harta de nosotros.

Pero llevar banderas, gritar eslóganes, o hablar por hablar no cuesta nada. Pedir Libertad y Justicia para todos en abstracto no cuesta dinero, no compromete a nada en realidad. Ni tampo hace verdadero daño, no provoca grietas en las estructuras del sistema. No es ese ácido que corroe, ni la dinamita que puede derrumbar el estado de cosas que queremos combatir. Esa íntima generosidad del espíritu en sí misma no contribuye en nada a empeorar el mundo, es cierto, pero tampoco ayuda con su inocencia “no culpable” a mejorar prácticamente nada, excepto nuestra estimación como personas.

Y cuanto peores sean los tiempos que vivamos, más falsa será esa ingenuidad, menos inocente la indiferencia, y más cómplice no comprometerse, que siempre se convierte en un cinismo y táctico sentimentalismo que al final se pervierte en un cómodo y ciego refugio filosófico supuestamente radical, pero temeroso y siempre subvencionado por los viejos o nuevos amos.

Quien desee realmente hacer algo, en la medida de sus fuerzas, talento o influencia, que se ponga ya manos a la obra y ayude a ejercer el sabotaje. Aunque uno no consiga aspirar más que a transformar su espíritu, a mejorar tan siquiera su alma y su vida en cada uno de sus actos, sólo con eso elevará el nivel de su propia y dormida conciencia y su capacidad de indignarse y sentir asco.

Porque si no hay dogmas ni banderas que nos guíen estamos obligados a escoger las cosas y las ideas más dignas de nuestro nivel de ética y de generosidad, sin el ingenuo optimismo escarmentado, y sin un pesimismo opaco y bien alimentado que nos detenga y nos permita una indiferente neutralidad falsa. Ya no vamos a ser cómplices de lo que nos indigne o avergüence. Nada es inmutable. Todo se transforma. Quien tenga tiempo, energía y desee hacer algo, que vaya proponiendo algo… (por ejemplo).
Amén

Esta proposición se puede leer en ls Obra completa de Lois Pereiro traducida por Daniel Salgado y publicada por Libros del Silencio.

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2 responses to “LOIS PEREIRO EN LA PUERTA DEL SOL

  1. A la salida del hospital Ramón y Cajal de Madrid hay una frase esculpida en letras enormes. Estoy segura de que nadie la lee, todo el mundo sale con prisa y quizás preocupado por su enfermedad y la de sus familiares. Es una frase de Ramón y Cajal, dice que “el hombre es escultor de su propio cerebro”. La configuración cerebral de cada uno depende en gran parte de nuestros actos, de nuestra actitud hacia la vida, esto lo leí antes en un artículo en la Revista de Occidente. Uno se siente bien cuando actúa bien. Bueno, es una reflexión que va atando cabos, a propósito del texto.

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