Vivir en la cuneta

Todos los días veo a los tres conejos en la cuneta. Una amiga mía y yo pasamos todos los días, a distintas horas, por una cuneta de hierbas secas que rematan en la estructura abandonada de una obra, sólo tiene hormigón y algún ladrillo, pero el número 58 pegado detrás de la maleza. Delante hay cientos de moras, pero mi amiga dijo, yo no las comería, no es como cuando éramos pequeñas. Yo pensé en el pis de los perros y ella en el humo de los coches y mientras, nuestros conejos, cada día más gordos, a dos patas comiendo las hierbas secas. Viven ahí, en el mini descampado asilvestrado entre la carretera y la estructura de casa abandonada, en el número cincuenta y ocho. Nos acercamos, les hacemos una foto y ellos siguen devorando. De repente dan un salto a dos patas hacia una hierba más seca y se parecen tanto a los canguros, que me hacen pensar en el tema de las antípodas y cotar las hojas dobladas. Como parece increíble que hayan surgido ahí de la nada, rompen la lógica y se abren posibilidades infinitas. Habrá mucho coche, incluso algún paquete de cigarros o plástico de botella se ve por ahí en medio, pero cómo se desarrollan las moras y cómo engordan los conejos. ¿Por qué no se van a un sitio mejor? Esa es la siguiente pregunta. Son libres y se quedan en la cuneta. A pocos metros tienen un maravilloso bosque lleno de hierbas verdes con vistas al mar. Sólo tienen que cruzar la carretera y tampoco pasan tantos coches. ¿ Por qué no van a investigar? ¿Tendrán memoria histórica de antiguos atropellos? ¿No serán capaces de imaginar un mundo mejor? ¿Alguien les habrá convencido de que se queden con pequeños chantajes? ¿Serán riquísimas las hierbas secas y contaminadas? ¿Debería comer yo esas moras con tan buen aspecto? El otro día unos veraneantes las metieron en un tuper a la misma velocidad que comían los conejos. ¿Tendrían miedo de que alguien saliera de la estructura abandonada? ¿De qué extraño bagaje mental sale la idea de meter unas moras de cuneta en un tuper? No puedo dejar de pensar en cómo serán nuestras cunetas particulares. Si supero el miedo voy a describir la mía. Seguro que es mejor ejercicio que interpretar los sueños, pero cualquiera pone un pie fuera de su cuneta.

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6 responses to “Vivir en la cuneta

  1. Es mas facil vivir en la cuneta si tienes para sobrevivir y no esperas mas. No hay que pensar, no hay que cuestionarse. A engordar a engordar y luego…explotar.

  2. Creo que, a veces, uno nunca llega a dárse cuenta de que se vive en la cuneta, se ignora el mundo de allá afuera sólo para no pensar.

  3. La teoría de la evolución de Darwin postulo que la lucha por la supervivencia aseguraba la continuidad de los más adaptados, difícil de creer cuando los que más han aportado a la evolución de la humanidad han sido los que no han aceptado la plácida vida de la cuneta.

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